Rafael Nadal sigue apareciendo sonriente en buena parte de la cartelería promocional del Abierto de Australia, pero fueron tres veteranos como David Ferrer, Feliciano López,Fernando Verdasco y Nicolás Almagro los encargados de impulsar al tenis español en el primer Grand Slam de la temporada. "Me sentí muy bien", resumió Ferrer tras su 6-3, 6-4 y 6-2 sobre el francés Olivier Rochus. ¿Y hasta dónde puede llegar en un torneo en el que no está Nadal? Ferrer, una vez más, defraudó con una respuesta alérgica al titular: "Yo nunca pienso en lo que puedo hacer, mi objetivo es sólo la siguiente ronda".
Verdasco, en cambio, sí se permite soñar. "Me veo capaz de hacerlo muy bien en este torneo", dijo el ex top ten a dpa tras ganar una batalla de 6-3, 3-6, 4-6, 6-3 y 6-4 ante otro belga, el talentoso David Goffin. López tuvo una tarde mucho más tranquila bajo el sol y el viento de Melbourne Park, ya que con un 6-3, 6-2 y 6-4 despachó a su compatriota Arnau Brugués. Pero la procesión va por dentro para el zurdo español, preocupado por la reaparición de unos dolores en la muñeca que lo habían afectado en la recta final de 2012.
"Me volvió el dolor hace poco, en el final de la pretemporada. Probablemente me infiltraré", dijo López, que tiene un objetivo que no se mide en victorias ni rankings: "Disfruto de poder seguir siendo competitivo tras tantos años, es una gran oportunidad para mí. Y eso es lo que quiero, seguir pudiendo competir mano a mano con los mejores".
Y entre los mejores está también Nicolás Almagro, que en un partido con los frecuentes toques de locura que aporta su tenis se impuso 7-5, 6-7 (4-7), 6-2, 6-7 (6-8) y 6-2 al estadounidense Steve Johnson. Almago selló la victoria con un ace a 207 kilómetros por hora, resolviendo así un encuentro que podría haber ganado con más comodidad, ya que dispuso de un match point con ventaja de 6-5 en el tie break del cuarto parcial. Almagro se encontrará con su compatriota Daniel Gimeno-Traver, que también se metió en la segunda ronda tras otro partido a cincos sets, ante el tenista polaco Lukasz Kubot, al que derrotó por 6-7(4), 6-4, 6-0, 4-6 y 6-4, gracias a sus 15 'aces' y su rendimiento a las numerosas bolas de rotura con las que contó.
Para otros españoles como Albert Ramos, Pablo Andújar, Daniel Muñoz de la Nava y Anabel Medina, el lunes marcó en cambio el debut y despedida del Grand Slam de apertura de la temporada. Un torneo inusual, ya que sólo un periodista español está cubriendo un certamen que le dio importantes alegrías al país, entre ellas la final de Carlos Moyá en 1997 o los títulos de Nadal en 2009 y Arantxa Sánchez en 1995. "En épocas de crisis no es fácil", argumentó Ferrer. "Pero está claro que el que atrae es Rafa".
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