Tenis l Abierto de Australia

Ferrer fue más sólido que Ferrero

  • El alicantino pasará a ser el cuatro del mundo si vence a Djokovic en cuartos

David Ferrer luchará mañana con el serbio Novak Djokovic por un lugar en las semifinales del Abierto de Australia tras superar ayer a Juan Carlos Ferrero y a unos peligrosos calambres en el final de un exigente partido. "No sé qué hubiera pasado en un quinto set", confesó Ferrer tras ganar por 7-5, 3-6, 6-4 y 6-1.

Esta victoria sitúa a Ferrer a sólo diez puntos del cuarto puesto del ranking mundial. "Es muy difícil, es un paso muy grande", dijo el valenciano, que siempre tiende a minimizar sus posibilidades.

El choque de octavos de final fue de una intensidad imponente. Ferrer, finalista en noviembre del Masters de Shanghai, definió el partido con una derecha cruzada después de tres horas y ocho minutos de juego. Ésta fue su quinta victoria sobre Ferrero, que no encontró una explicación clara para esa superioridad estadística de su amigo. "No lo sé, él se mueve muy bien por la pista, y es difícil acabar los puntos", afirmó Ferrero, quien se lamentó por las oportunidades desaprovechadas: "Estoy rabioso porque pude haber pasado a cuartos. Debí haber ganado ese tercer set cuando tuve 40-15 con mi saque para igualar a cinco. Si llego a ganar ese set, hubiera tenido muchas posibilidades de llevarme el encuentro, porque Ferrer tenía calambres".

En efecto, Ferrer debió ser atendido por un fisioterapeuta en el cuarto set. "Tenía problemas con el gemelo muy cargado, y se me fue todo a la pierna izquierda. Otras veces me ha sucedido esto y no ha pasado nada", explicó, mirando ya al desafío de mañana ante Djokovic, que se deshizo del ídolo local Lleyton Hewitt (7-5, 6-3 y 6-3), y al que ya ganó en dos de los cuatro emparejamientos entre ambos en 2007. Ferrer se impuso a Djokovic sobre la arcilla de Montecarlo y en la superficie sintética del Masters de Shanghai, y perdió en el cemento de Indian Wells y del Abierto de Estados Unidos.

"En el US Open, él hizo un gran tenis y yo entré un poco nervioso, no terminé de entrar todo lo suelto que quería", recordó Ferrer, quien, fiel a sí mismo, situó como favorito a Djokovic: "Si él juega normalmente, es superior a mí. Es una roca. Los cinco sets son para los buenos, y yo tendré que estar muy bien preparado mental y físicamente para tener opciones. Yo siempre gano corriendo...".

Rafael Nadal busca hoy marcarle el camino de semifinales a Ferrer. Su rival es el finlandés Jarkko Nieminen, al que derrotó en los tres precedentes existentes entre ambos. En caso de que gane, se medirá con el ganador del cruce entre el francés Jo-Wilfried Tsonga y el ruso Mijail Youzhny. Nadal no lo dice, pero su sueño de una final en Australia parece cada vez más cercano.

Y si triunfa, Nadal sentirá una doble satisfacción, ya que habrá superado uno de los récords del mítico Pete Sampras. Venciendo a Nieminen sumará 5.980 puntos en el ranking mundial. Esa cifra supera los 5.792 que logró Sampras en su mejor momento, marca que es la segunda mejor de todos los tiempos, sólo rebasada por el suizo Roger Federer, quien sumó 8.370 puntos en la semana del 18 de diciembre de 2006.

Nadal, además, mantiene aún posibilidades matemáticas de alcanzar el número uno del mundo la semana próxima: para ello debería ganar este torneo y Federer perder en cuartos, cosa altamente improbable si se observa que el suizo lleva siete victorias en igual cantidad de encuentros ante el estadounidense James Blake, su rival de mañana.

Otro de los nombres propios de la jornada de ayer fue el de la estadounidense Venus Williams, quien, después de cinco años, volvió a clasificarse para los cuartos de final al vencer a la polaca Marta Domachowska por 6-4 y 6-4. Venus ha quedado emparejada en el cuadro con la serbia Ana Ivanovic, cuarta favorita. Hoy buscan las semifinales Henin contra Sharapova y Serena Williams ante Jelena Jankovic.

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