Desde mi córner

Filmado con material altamente sensible

  • Más de hora y media para recoger filmada la tramoya más emotiva de la final de Copa

LARGOMETRAJE realizado con material de alta sensibilidad el que le regala el Betis a su gente. Todos los recovecos de aquel glorioso 23 de abril encuentran sitio en una película que hace estremecer los adentros de cuantos sintonizan con la fe verde, blanca y verde. Desde el abandono del hogar familiar rumbo a la concentración hasta la explosión de los distintos agasajos que celebraron el título de Copa bajo el hilo conductor de sus capitanes.

Joaquín, Guardado y Canales encabezan el casting de una obra para el recuerdo. Intimista y explosiva, dos meses ha durado la elaboración de una película dirigida a esa legión de personas que conforman una masa social que vibró como tiempo no hacía en la noche de aquel 23 de abril que se eternizó en terrenos de La Cartuja. Todo empieza con las despedidas de sus familias para ir a un momento tan culminante como aquella tanda de penaltis tan tremenda.Y dentro de la concatenación de emociones resultan muy reveladoras las imágenes de cómo Quique Setién caló en el vestuario. El encuentro de los tres capitanes con el cántabro no deja lugar alguno a la ojana. Sinceridad en esos abrazos llenos de complicidad y afecto de tres pilares del edificio que comenzó a levantar el cántabro en medio de un tiroteo cruzado especialmente virulento desde la trinchera aparentemente amiga, pero el tiempo pone a todos en su sitio.

Todo aquel que se considere afecto a la religión bética no puede pasar ni un momento sin vivir ese hito reflejado a perpetuidad en un alarde de buen gusto. Material sensible comprimido en la hora y media que dura la película que resume el gozo mayor jamás vivido en una contemporaneidad llena de obstáculos. Toda la tramoya de la final para que no se olvide con la traca final de cómo un niño bético se rompe tras marcar un penalti para la historia.

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