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Freire, entre los grandes

  • El español aprovecha que Cavendish se queda en la Cota de L'Orme para llevarse la victoria al sprint, mientras que Evans continúa como líder del Tour

Óscar Freire (Rabobank), el triple campeón mundial que lleva el maillot verde de la regularidad del Tour, fue el más grande en el sprint de la decimocuarta etapa disputada entre Nimes y Digne les Bains, en la que logró la tercera victoria española de la presente edición, en un día en el que Cadel Evans se mantuvo al frente de la general.

Freire, de 32 años, aprovechó la ausencia del británico Cavendish en la lucha en el sprint, para colocarse entre los grandes y aparecer en el momento oportuno para lanzar un ataque fulminante que le permitió celebrar, brazos en alto, la conquista de su cuarta etapa en la grande boucle .

El ciclista cántabro llenó la meta de verde esperanza con un tiempo de 4h13.09, por delante del colombiano Leonardo Duque (Cofidis) y del ilustre alemán de 37 años Erik Zabel (Milram). Al enésimo intento sonó la campana y Freire recobró la sonrisa en la víspera de los Alpes y pasar por territorio italiano. "Cavendish se quedó en el puerto y sabía que tendría una buena oportunidad. Íbamos todos un poco tocados y al final me sentí bien. Es un gran día para mí", dijo Freire, que en anteriores ediciones del Tour tuvo bastantes problemas, e incluso hubo de retirarse, y ahora sueña con ser el primer español que llega al final de la competición con el maillot verde.

La etapa, muy rápida, con 52 kilómetros cubiertos en la primera hora, se disputó bajo un sol abrasador y con el respeto debido a la víspera de una jornada de montaña con el final en alto de Prato Nevoso. Aunque los esprinters estaban pensando en otra cosa.

No hubo cambios en la general y el australiano Cadel Evans (Silence) mantuvo un día más el maillot amarillo con un segundo de ventaja sobre el luxemburgués Frank Schleck (CSC) y 38 respecto al estadounidense Vandevelde (Garmin). El ruso Menchov y el español Carlos Sastre entrarán en territorio transalpino a 57 segundos y 1.28 del líder.

La media final de 46 km/hora indica el ritmo vertiginoso que adquirió la carrera desde el banderazo de salida. No hubo ningún tipo de tregua ni de descanso para nadie.

En el kilómetro 35 saltaron del pelotón veinte corredores, de donde salió la escapada más significativa de la jornada de ayer. El español Iván Gutierrez (Caisse d'Epargne), cuatro veces campeón nacional en contrarreloj y una en ruta, se ganó el premio de la combatividad. Se metió en una fuga de cuatro, junto a los franceses William Bonnet (Credit Agricole) y Sandy Casar (Francaise) y el holandés Bram Tankink (Rabobank). El cuarteto llegó a disfrutar de 6 minutos de ventaja, pero los equipos de los esprinters espabilaron para echar abajo la aventura de los corredores escapados. Gutiérrez lo volvió a intentar y trató de esfumarse en solitario cuando faltaban unos 30 kilómetros hasta la meta, en un ejercicio de contrarrelojista, pero sin suerte alguna, ya que le alcanzaron cuando quedaban poco más de 10 kilómetros.

El Liquigas forzó la máquina para buscar la victoria de Pozzato, con el personal pasando agobios por el calor y por el ritmo endiablado. En la subida de la pequeña Cota de L'Orme, a 9 kilómetros de meta, se quedaron algunos esprinters, entre ellos el británico Cavendish, el descarado joven de 22 años que ya tiene cuatro victorias en la presente edición. La ocasión era de oro para cambiar con el monopolio al sprint del corredor de la Isla de Man. En una llegada no demasiado lanzada y con algún frenazo, Freire se agarró a la rueda del alemán Zabel, bien atendido por su equipo, a diferencia del cántabro. Se colocó por el centro de la calzada detrás del berlinés y a 100 metros de la línea apareció el doble vencedor de la Milán-San Remo con una fuerza descomunal para firmar la victoria número 60 de su carrera y la quinta de la presente temporada. Los viejos campeones siempre aparecen cuando menos se les espera.

El Tour de Francia entra ahora en territorio italiano para la disputa de la decimoquinta etapa entre Embrun y Prato Nevoso, de 183 kilómetros, el tercer final en alto de la presente edición. El Col de Agnel, de categoría especial, servirá de aperitivo antes del ascenso final, de 11,4 kilómetros al 6,9% de desnivel y servirá para abrir boca con la llegada en pleno de los Alpes a la ronda gala.

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