Ni Fenerbahçe, ni estadio futurista, ni gaitas. Al Sevilla no le queda otra que centrarse hoy en la Liga, en esa Liga que tan antipática se le está poniendo, para superar el escollo del Racing de Santander esta noche y apostar, definitivamente, por mirar hacia arriba. Porque la realidad, ahora mismo, dicta que los blancos están a sólo tres puntos de la zona de descenso, por mucho que moren en la novena posición de la tabla de Primera. Un tropiezo ante los montañeses abocaría a los blancos a mirar muy, muy de cerca la zona más caliente, ésa de la que todos quieren huir.

Está el campeonato acercándose a su ecuador y aún no saben los sevillistas hacia dónde fijar su vista. El equipo trata de engancharse a la zona en la que debe moverse por presupuesto -87 millones de euros para este ejercicio, nada menos-, pero no termina de hacerlo. Cuando parece que va a arrancar y acelerar, tropieza. Por eso la zona de Liga de Campeones está muy lejos, a 11 puntos; la de la Copa de la UEFA, más cerquita, a seis puntos; y la de descenso, ahí mismo, a tres puntos. Quiere ello decir que una victoria esta noche haría girar las miras hacia arriba, ya que precisamente el rival es quien marca la frontera con los puestos europeos. Si el Racing cae en Nervión, quedará a tres puntitos y si además el Valencia no gana en Zaragoza, esa zona que da derecho a jugar en Europa quedaría a una sola victoria.

Para lograr el objetivo, el Sevilla no contará con su jugador más en forma en ataque. No prosperó el recurso al Comité de Apelación después de la sanción de Competición a Luis Fabiano por su colisión con el central Alexis, y el brasileño no podrá jugar para defender su primer puesto en la tabla de los máximos goleadores de Primera. Para cubrir la baja y acompañar a Kanoute arriba, Jiménez contará con tres puntas de garantías: Kerzhakov, Kone y Chevantón.

Es el ruso quien goza de ligera ventaja, que no definitiva. Kone, de momento, no se ha adaptado a su nuevo entorno con la rapidez esperada, mientras que el ruso y el charrúa regresan a la lista de convocados para asumir un protagonismo al que están llamados en el inicio del próximo año, cuando Kanoute y Kone estén enrolados con sus selecciones en la Copa de África. Hoy, será una ocasión inmejorable para que Jiménez vaya ensayando las alternativas atacantes a las bajas del costamarfileño y, sobre todo, la del malí.

Y la ocasión es ideal, porque enfrente estará la tercera defensa menos goleada de la categoría tras la de Barça y Real Madrid, la de ese sorprendente Racing de Santander que adiestra Marcelino García Toral. Como ya hizo el año pasado con el Recreativo, el emergente entrenador ha logrado que su equipo luzca el distintivo de "revelación". Y aunque los cántabros han perdido en sus dos últimas salidas al Bernabéu y La Condomina, han sido capaces de ganar en Almería y La Coruña y de empatar en La Romareda, Heliópolis y el Nuevo Colombino. la derrota más abultada la sufrieron ante el Atlético (4-0).

El Racing está bien armado, con la moral alta por su cómoda sexta plaza y además suele dar mucha guerra en Nervión. Lo demostró el año pasado, cuando el Sevilla pugnaba por el liderato con el Barcelona en la jornada 29, nada menos, y los montañeses aguantaron el empate a cero.

La situación es hoy bien distinta, el Sevilla no está para empresa tan altas y de momento tendrá que remendar el descosido si quiera optar a medio plazo al objetivo inicial del pasado verano, que era entrar de nuevo en la Champions.

Manolo Jiménez lo reconoce: la cita es "importantísima", con lo que los jugadores deben evitar las habituales distracciones que traen los partidos anteriores a unas vacaciones. El Sevilla debe ganar como sea para no cruzar el año mirando abajo. El año 2007, el más feliz en la historia sevillista, merece una despedida acorde.