El estadounidense Jordan Spieth, que se enfundó la chaqueta verde de Augusta en 2015, camina de manera sólida a revalidar su título en este 2016 tras superar un mal día en la segunda jornada del Masters de Augusta en la que aprovechó los fallos de sus rivales para seguir en cabeza.

Fue el caso, por ejemplo, del neozelandés Danny Lee, que tras acabar el primer día a dos golpes del líder ayer firmó un +2 con 74 golpes, 142 en total. Algo parecido le pasó al irlandés Shane Lowry o los ingleses, Justin Rose o Ian Poulter, +6 ayer (78), que se alejaron de una cabeza al igual que el danés Soren Kjeldsen, que a sus 69 golpes del primer día sumo otros 74 que lo dejaron con un total de 143, uno bajo el par del campo. Sí mantuvo el tipo el norirlandés Rory McIlroy tras firmar una tarjeta en su segundo recorrido de 71 impactos que unidos a los 70 de su estreno en el recorrido de Atlanta lo dejaron a la estela de Spieth con -3 (141).

En cuanto a los españoles, Rafael Cabrera Bello se aseguró pasar el corte en su primera participación en Augusta, todo un éxito. A pesar de un bogey en el hoyo 2 y un doble bogey en el 6, el canario se repuso después para acabar con una tarjeta de 73 golpes (147 en total), apenas tres más que un Sergio García que se desinfló en la recta final de su recorrido. El castellonense, presa también de un doble bogey en el 9, afrontó los dos últimos hoyos con -2 sobre el par del campo en los puestos de arriba de la tabla gracias a su tarjeta de 69 golpes del primer día, ya que ayer no era su día. Dos últimos bogeys en los hoyos 17 y 18 echaron por tierra el buen recorrido del primer día para cerrar la segunda jornada con 144 golpes, lejos del líder.

Tampoco arregló el día el número uno del ranking mundial, el australiano Jason Day, que tras protagonizar el jueves un recorrido de 72 golpes ayer hizo 73 (145) para acabar con +1.