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Golpe de moral o golpetazo

  • El Betis, necesitado de triunfos, visita a un Valencia sin bases y con un juego interior tocado

  • Draper y Zagorac, que no jugaron por decisión técnica en el último partido, viajaron

Si alguien se pone a pensar dónde estaría el Betis Energía Pus de haber ganado los partidos de Burgos y el de la semana pasada ante el Gipuzkoa, dos encuentros que tuvo controlados y en los que una mala gestión en los minutos finales le costó sendas derrotas, y ve dónde está en realidad en la clasificación a cualquiera se le queda una cara de desilusión. Es el pensamiento de los aficionados, pero los profesionales no pueden pararse a pensar en eso porque la Liga no para, no hay tiempo de lamerse las heridas y toca afrontar un duelo que puede suponer un golpe de moral si se gana o un golpetazo definitivo, si pierde.

Y no es cualquiera el duelo que afronta esta tarde (18:00). Toca visitar al actual campeón de la ACB, el Valencia Básket, en la Fonteta, una pista a la que el conjunto sevillano, con otras denominaciones, ha asaltado en varias ocasiones, algunas inesperadas, y con ese pensamiento debería ir un Betis que tiene tanto que ganar como que perder en tierras levantinas.

Allí estará Óscar Quintana, ausente buena parte de la semana por el fallecimiento de su madre el pasado miércoles. El técnico, sin embargo, sí que dirigirá a los suyos sobre el parqué en busca de una necesitada victoria que le permita a su equipo asomar de nuevo la cabeza desde el pozo de la tabla. Son tantas las oportunidades de asomarse a los puestos de salvación que va siendo hora de agarrarlos de una vez para no lamentarse dentro de un par de meses.

Lo cierto es que nunca es fácil visitar al cuadro taronja, pero si en algún momento es mejor hacerlo es ahora. El equipo de Txus Vidorreta sufre una plaga de lesiones que hace más factible asaltar su pista. Es una realidad tan obvia que no hay que ocultarlo, al igual que el potencial de su plantilla y el nivel defensivo que está mostrando el Betis iguala la contienda, sobre todo por esto último. Con todo, si el cuadro hispalense no es capaz de sacar provecho de las bajas del rival será para que alguno se lo haga mirar.

Por tercer partido consecutivo (perdió con Obradoiro y Efes a domicilio), Vidorreta jugará sin bases. Van Rossom, Diot y Vives están KO y sólo Sergi García podría llegar a la cita, aunque no se espera que lo haga. Queda mucha temporada por delante aún y en menos de dos semanas el Valencia afronta una ilusionante Copa del Rey en la que se medirá en cuartos de final con el Iberostar Tenerife. Forzar ahora a cualquiera no parece la mejor de las ideas y Vidorreta lo tiene claro: "No vamos a forzar a nadie, porque la salud es lo primero, pero el que pueda estar estará porque es un partido muy importante", decía el técnico.

En ese duelo no estuvo Dubljevic, duda para esta tarde, ni San Emeterio, que sí jugará para darle el relevo a Abalde y Green en la dirección del juego. Tampoco llegará el ex cajista Latavious Williams, mientras que el concurso de Pleiss, renqueante por una fascitis, está en el aire aunque jugó en Turquía.

Pero por muchas ausencias que tenga el rival, por mucho que su mejor jugador se quede sin anotar (como Norel) o que afronte el último cuarto ganando por más de 10 puntos (como en Burgos), el problema de este Betis es el Betis. Su feble defensa, que no para de fabricar MVP de la jornada en los contrarios, y su escasa actitud competitiva, que permite a los rivales imponer su ritmo y dominar los choques con extrema facilidad. Bien harían los de Quintana, por ejemplo, en no esperar a verse con una decena de puntos en contra para reaccionar, sino por una vez intentar golpear primero jugando con la dureza (bien entendida) que le permita el colegiado Hierrezuelo y compañía (será poca o nada) y con la cabeza necesaria para saber que se enfrenta a un rival sin bases y con un juego interior debilitado, si se confirma la baja de Dubljevic y el concurso de un Pleiss con problemas.

La envergadura de un Golubovic que se va entonando poco a poco debería entonces marcar diferencia, así como la velocidad de un Franch que necesitará ayudas cuando los falsos bases contrarios lo lleven al poste bajo. Schilb deberá redoblar esfuerzos ante Sastre y San Emeterio, un claro peligro por muy tocado que esté, mientras que Kelly deberá ponerse por una vez el mono de faena para frenar a Will Thomas. Todo debe funcionar y Quintana necesita contar con todos sus jugadores. No contar con Draper y Zagorac ante el Gipuzkoa fue extraño, por lo que habrá que ver si los recupera hoy o los sentencia definitivamente.

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