Difícil resultaba imaginar el desenlace de este partido, habida cuenta la trayectoria firmada hasta el momento por ambos contendientes y, sobre todo, tras presenciar lo ocurrido durante los primeros cuarenta y cinco minutos.

En esta primera entrega, se pudo ver a un Pilas impotente, que sólo acertó a meter inocentes balones en el área contraria, mientras el Cabecense, muy bien plantado sobre el terreno de juego, dominó el partido, sobre todo después de cobrar ventaja en el marcador, al recoger Del Valle en el área un balón mal despejado por Ramón, batiendo con facilidad al cancerbero pileño.

Incluso pudo el equipo de Las Cabezas sentenciar el choque en un mano a mano del propio Del Valle, que estrelló en el rostro de Ramón su remate, cuando ya se jugaba la prolongación de la primera parte. Al comenzar la segunda mitad, arriesgó el técnico pileño, al dar entrada a Luis Carlos y a Sergio, quienes a la postre resultaron fundamentales, sobre todo éste último, pues en sendas jugadas suyas por la banda nacieron tanto el empate de Gabri, como el 2-1, obra del propio Luis Carlos.

A partir de ese momento, el Cabecense buscó con ahínco la igualada, pero ya sus ideas no fueron tan claras y sus acometidas morían una y otra vez en la defensa blanquiazul. A pesar de todo, de nuevo Del Valle consiguió perforar la meta de Ramón en el minuto 91, aunque la acción quedó invalidada por fuera de juego del delantero aurinegro.

Acto seguido, Rafa recogió un saque de puerta en la medular ganándole la espalda a los centrales y batió con calidad a Ezequiel, llevando la tranquilidad y la alegría a la sufrida afición de Los Ventolines, que disfrutó con su equipo.