"Fútbol es fútbol", dijo en una ocasión Vujadin Boskov, una frase que ha quedado para la historia dentro del deporte rey. Razón de sobra lleva el que fuera entrenador del Real Madrid o la Sampdoria, entre otros, después de ver lo ocurrido en la mañana de ayer en el campo de San Pablo entre el Soleá y el Herrera.

En balompié no hay nada escrito y viendo la tabla clasificatoria y el momento de forma de ambos, el triunfo visitante era lo más probable. Error. El Soleá llegaba al choque tras ser goleado la pasada jornada por el Cazalla (4-1) y ocupando plaza de descenso, mientras que los de Herrera ganaron en casa (2-1) al Carmona y eran cuartos. En cambio, los capitalinos hicieron un encuentro de diez y sacaron los colores con una goleada a un desdibujado cuadro blanquiazul.

No se puede hablar de sorpresa ya que, exceptuando los 20 primeros minutos en los que el cuadro visitante se adueñó del esférico y tuvo alguna ocasión para inaugurar el marcador, los capitalinos hicieron del encuentro un auténtico monólogo. En menos de un cuarto de hora el marcador ya reflejaba un 3-0 claro a favor del conjunto local. Caro, Plaza y Dani fueron los encargados de comenzar a poner en evidencia a la zaga rival. Así se llegaría al descanso.

El paso por vestuarios no surgió el efecto de reacción deseado en el Herrera. Sería el Soleá el que aumentara su ventaja cada vez que visitaba el área de un desesperado Mateo. Dani, de nuevo, y después Pablo, elevarían el tanteo hasta el 5-0. Ni la expulsión de Lolo frenaría a los locales que, con la grada enfervorizada, se volcaron más aún y con dos tantos más, de Nobe y Robert, cerraban un encuentro de sobresaliente.