El brasileño Joao Havelange, quien comandó la FIFA entre 1974 y 1998 y convirtió la entidad en una máquina de hacer dinero, tomó, a los 95 años de edad, una medida desesperada para evitar ser expulsado del Comité Olímpico Internacional por corrupción. Tras casi 24 horas de silencio, el COI confirmó que recibió una carta de renuncia de Havelange a formar parte de la entidad, que integra desde 1963 y de la que era el único miembro vitalicio.

La dimisión, justificada por motivos de salud, sería un intento de Havelange de evitar ser expulsado del COI, que lo investiga por sospechas de corrupción durante su gestión como presidente de la FIFA, que también hará pública la investigación realizada por la Justicia suiza sobre el escándalo de sobornos que sacudió la entidad en la década del 90, cuando Havelange era el presidente.