La cuenta atrás para Jerez, donde se decidirá el primer campeonato de la Superleague Fórmula, arrojó malos resultados para los equipos españoles, mientras que alimenta aún más la leyenda del Beijing Gu'Aon, desconocido club de fútbol chino que llegó casi desapercibido para los organizadores a esta novedosa y espectacular fórmula y que se ha encontrado con el mejor piloto y el mejor cuadro de mecánicos e ingenieros. El italiano Davide Rigon, a quien las marcas de Fórmula 1 ya vigilan de cerca, dio otro paso más hacia un título que tiene en su mano si no media una catástrofe en Jerez y con el que los responsables e ideólogos de esta competición que mezcla fútbol y motor no contaban, aunque es cierto que, en contrapartida, supone el reclamo para otros clubes exóticos dispuesto a poner mucho dinero.

El Beijing, que como el Al-Ain de Abu Dhabi entró con la idea de no escatimar en gastos para promocionarse mundialmente, sumó más puntos que ninguno en el circuito romano de Vallelunga 82. Ganó la primera carrera y protagonizó una espectacular remontada en la segunda (las posiciones se invierten en la parrilla de salida partiendo de la llegada de la primera), una accidentada prueba en la que fue de los más listos al salir el último y quedar quinto.

El único superviviente español en la lucha por el título es Adrián Valles, piloto del Liverpool, que permanece en la tercera posición. Valles tuvo el sabor agridulce de no poder aprovechar la pole en una primera carrera en la que abandonó le privó de haberse alzado a la segunda posición de la general. En la segunda acabó el cuarto.