Lo que le espera al Sevilla en Estambul es fuerte. Era de esperar que el ambiente fuera así conociendo las estrategias de los turcos, que la han tomado con Jiménez, pero lo que no estaba previsto es que el país esté también al filo del colapso por la climatología. Fuertes nevadas y temperaturas de siete grados bajo cero provocaron ayer el caos en Turquía, suspendiéndose partidos, cerrándose aeropuertos y declarando incluso para hoy vacaciones en los colegios.

Pero, en lo deportivo, las tretas de los turcos no paran de sorprender. A Jiménez se le espera como el enemigo público número uno del país al haber aparecido en todos los periódicos locales unas supuestas declaraciones suyas al hilo del partido que vio hace una semana en el campo del Fenerbahçe. Las paredes del vestuario del equipo de la parte asiática llevan varios días empapeladas con estas páginas y la cara de Jiménez por todos lados. El arahalense, según estas informaciones, habría dicho frases como éstas: "En realidad el Fenerbahçe es muy débil. El rival al que ganó sería en España como de Tercera. No vamos a tener ningún problema para eliminarlos porque somos el Sevilla. Será fácil". Los periodistas locales se frotan las manos para la rueda de prensa de mañana y el ambiente en el estadio se espera calentito, tanto en la grada como dentro. Cuentan los que han vivido el infierno turco que el larguísimo túnel de vestuario se convierte en una emboscada en la que incluso los agentes de seguridad han atacado a los jugadores rivales. Ocurrió en el Turquía-Suiza.

Mientras, Jiménez ya facilitaba ayer la lista de convocados, de 20 hombres, en la que entran Daniel y Keita y sale Alfaro con respecto a los que viajaron a Barcelona este fin de semana. El equipo, que entrena en el estadio antes de viajar, sale del aeropuerto de San Pablo a la una de la tarde. Quien está bastante tocado es Dragutinovic.