Sin querer poner paños calientes que suenen a excusa ante un posible tropiezo ni alzar su voz más de lo conveniente, Manolo Jiménez deslizó críticas hacia la UEFA en su comparecencia previa al encuentro de hoy. El asunto de la discordia es el césped artificial y el diferente criterio del organismo europeo, que instó a que se usara césped natural en este mismo escenario en la Eurocopa y ahora avala el sintético.

"La apariencia es que la fibra es más corta que en la que hemos entrenado -dijo antes del entrenamiento-, pero no me quita el sueño porque era algo que sabía desde el sorteo. La UEFA permite estos campos y nada se puede hacer al respecto, todo lo que se hable a partir de ahí no tiene trascendencia".

A instancias de los medios desplazados en Salzburgo, el entrenador sevillista abundó en el asunto y en las críticas: "La ventaja es que ellos juegan el cincuenta por ciento de sus partidos en este césped artificial y el resto sólo cuando jugamos contra ellos como visitantes, eso no es una ventaja del Salzburgo, sino una decisión de los organismos competentes, que son los que lo permiten. La ventaja real es que tenemos un 2-0 y que vamos a intentar pasar la eliminatoria".

Además, no quiso confiarse por el hecho de que el Sevilla no pierde desde abril: "Los partidos de fútbol hay que jugarlos todos, no hay dos rivales iguales ni las circunstancias son las mismas. Pero si estamos a nuestro nivel, con el resultado que traemos de casa, deberíamos pasar, aunque el Salzburgo seguro que no lo va a poner nada fácil y seguro que vamos a tener que sufrir si queremos sacar el partido".

Otra cuestión. ¿Alineación sorpresiva? "Una alineación del Sevilla, la que sea sorpresiva para ustedes está compuesta por miembros de la plantilla, será muy equilibrada en sus posiciones". Pese a las bajas, sin rotaciones: "No hay margen en este partido. La Liga es más de regularidad y no es el momento de reservar a nadie". Asunto zanjado.