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John Daly, el animador de torneos

  • El excéntrico estadounidense no participó en su primera actividad en el Real Club de Golf al extraviarse sus palos y sus zapatos en Madrid · Los jugadores elogian las espectaculares condiciones del campo

Había un puñado de aficionados y periodistas alrededor del tee del hoyo 1 a las cuatro de la tarde. Pegaba el sol de lleno. A esa hora estaba previsto el inicio del Pro-Am. Tres jugadores amateurs contra uno profesional en tandas de nueve partidos. El primero de la lista era el más esperado por los seguidores al golf.

El excéntrico John Daly tendría que haber estado allí. De hecho, se le esperaba antes para practicar con el resto de sus compañeros, pero ya avisó de que no podría jugar con los tres expectantes aficionados. En la organización estaban tranquilos porque no había sido por una salida de tono de un jugador que lo mismo levanta pasiones que odios por su forma de ser. Borracho reconocido, fumador compulsivo y animador de un sinfín de anécdotas, Daly faltó a la cita al haber sido extraviados su bolsa de palos y sus zapatos en el aeropuerto de Barajas.

"No le podía haber pasado a otro, tenía que ser él", decía con cierto temor una responsable de la organización. Daly, ganador de dos majors durante su carrera, el PGA de 1991 y el Open Británico de 1995, era el mejor reclamo para este Open de España, que se celebra desde mañana y hasta el domingo en las instalaciones del Real Club de Golf.

En Orlando, hace sólo unas semanas, fue descalificado antes de empezar el orondo estadounidense al no participar en el Pro-Am del miércoles. No es justificación para un tipo tan especial como él, pero esos días le había dejado su entrenador, el reputado Butch Harmon, cansado ya de sus peculiaridades. Se ha casado hasta en cuatro ocasiones y su última esposa, Sherry, le agredió. Al jugador se le notaban los arañazos en el rostro cuando participaba en el torneo de Memphis.

El representante de Daly, volviendo a su ausencia en Real Club de Golf, informó a la organización del percance de los palos y el jugador apareció horas después en la recepción en los Alcázares. Hoy se le espera también con interés en la rueda de prensa que dará pasado el mediodía en el campo.

Hablando del recorrido, muchos han sido los elogios de los 154 profesionales que se dan cita en los 18 hoyos diseñados en su día por el ausente, en esta competición, José María Olazábal. Pablo Martín Benavides, jovencísima promesa malagueña que ganó un torneo profesional en Estados Unidos siendo amateur, quiso destacar ayer que el Real Club de Golf está al nivel de muchísimos campos norteamericanos, superando incluso a muchos de ellos. El catalán Pablo Larrazábal también hablaba maravillas, deseando que "no mojen los greenes para complicar los hoyos, pero el campo está perfecto".

La culpa la tiene Patrick Allende, el greenkeeper -o responsable del campo- del RCGS, que tiene en perfecto estado de revista el recorrido. Allende estará apoyado en esta cita por 19 greenkeepers de España y Portugal, que trabajarán gratis a cambio del hospedaje y la comida en un torneo de renombre en el circuito europeo.

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