El Blancos de Rueda Valladolid infligió un severo correctivo al DKV Joventut, al que doblegó por 91-72 debido a que fue netamente superior tanto en defensa como en ataque de el principio a fin.

Los vallisoletanos pusieron una intensidad defensiva y un acierto en la anotación que sirvió para endosar al conjunto catalán un parcial de 9-0 en los dos primeros minutos.

Van Lacke controlaba el juego y la claridad al elaborado ataque pucelano, mientras que el DKV se encomendaba al poderío imperial en la zona de McDonald y al tino desde el perímetro de English.

Sin la presencia de éstos, el DKV se enredó en la faceta ofensiva, en parte gracias a la capacidad reboteadora de Blancos de Rueda, de lo que se aprovechó el bloque local para irse en el marcador (29-18).

En el segundo cuarto, el cuadro de Pepu Hernández seguía atascado. Sin embargo, cuando restaban más de tres minutos para el descanso, empezó a hallar los resquicios por los que hacer daño y reducir la ventaja. Aun así, los locales se fueron con una ventaja de 15 puntos a los vestuarios (48-33).

Tras el descanso, el Joventut salió en tromba, presionó y anotó ocho puntos seguidos en un minuto. Una importante pájara en defensa de la que el Blancos de Rueda se recuperó enseguida, frenando en seco la remontada visitante.

Van Lacke, junto a Robinson, hicieron que la capacidad anotadora vallisoletana resurgiese hasta volver a la renta anterior de 15 puntos al electrónico a falta de tres minutos para la conclusión del tercer cuarto. Después, la buena aportación de McDonald no fue suficiente ni para que los de Badalona maquillasen el marcador.