El Betis de Víctor Fernández comienza a rodar de la mejor manera posible, con una victoria que otorga la vitamina necesaria a un equipo que aparecía alicaído con Antonio Tapia y que ha recuperado el pulso en apenas cuatro días. Pero sí los tres puntos tienen una gran importancia en plena situación límite, más aún lo representa la recuperación de las sensaciones. El Betis de Víctor Fernández salió a demostrar desde el primer minuto que era mejor que su rival, para lo que adelantó la línea de presión y, luego, siempre buscó la opción de sacar el balón jugado desde atrás. La filosofía del técnico zaragozano se ha impuesto en el equipo desde el inicio y bien que lo agradeció, al realizar los 45 minutos más completos de la temporada. Así consiguió adelantarse en el marcador y, pese a los apuros finales donde Goitia se convirtió en héroe, eso le bastó para romper la mala dinámica como visitante.

La apuesta de Víctor quedó clara desde el comienzo, con la colocación de un equipo netamente ofensivo y con Emana como principal referencia. Dos entrenamientos fueron suficientes para que el camerunés recibiera los galones y éste se convirtió en el líder del equipo desde el mismo calentamiento. Pero la mejoría verdiblanca no sólo se limitó a la capacidad ofensiva, sino que el equipo presionó como nunca en esta temporada. Víctor solicitó una y otra vez a Sergio García que comenzase la presión muy arriba y así evitó que la defensa bética se viera obligada a intervenir en inferioridad.

Con el paso de los minutos, la superioridad verdiblanca se convirtió en aplastante. Hasta en diez ocasiones se plantó el Betis en las inmediaciones de Raúl Navas durante el primer tiempo, con combinaciones al pie, buscando siempre la mejor opción y con una movilidad de mediocampo hacia delante inédita durante la temporada. Pero, y por eso Víctor solicita un delantero, el Betis no acabó de cerrar el partido, ya que únicamente Jonathan Pereira aprovechó un balón suelto en el área, tras una gran jugada entre Nelson y Emana, para de puntera batir a Raúl Navas. El Betis rompió su racha de cinco partidos sin marcar e hizo justicia al juego exhibido.

Pero en apenas cinco días no se cambia por completo al mal equipo de fútbol que venía siendo el Betis y los defectos no tardaron en aflorar. El Córdoba salió de vestuarios con otra mentalidad y el equipo bético, mitad por la presión de verse con tres puntos importantes en el zurrón, mitad por la falta de oxígeno que empezó a notarse en jugadores como Capi, Pereira o Sergio García, ya no presionó con las líneas tan adelantadas, lo que comenzó a equilibrar la contienda. Pese a todo, los acercamientos con mayor peligro siguieron correspondiendo a los que ayer vistieron de naranja y tanto Iriney como Emana rozaron el gol que hubiera supuesto la definitiva sentencia.

Pero como el Betis es un equipo empeñado en complicarse la vida, los vicios de otros días comenzaron a aparecer. El primero ocurrió tras un regalo de Melli a Simon, éste asistió a Juanjo, quien solo ante Goitia intenta batirlo por alto para que el meta comenzase su recital. Poco después llegaría el segundo regalo bético, éste en forma de expulsión. En apenas 15 minutos, Rivas recibió dos tarjetas amarillas, la primera por desplazar el balón tras una dudosa falta y la segunda al llegar tarde a un despeje y derribar a Simon. El Betis, como tantas otras veces esta temporada, concedió 20 minutos de superioridad numérica al rival y a punto estuvo de costarle el partido. Pero la suerte también cambió de color.

Alcaraz, que tampoco dispone de demasiada calidad en su plantilla, lo colocó todo sobre el campo con Lizio enganchando el juego de ataque con Asen, Simon y Juanjo. Pero Goitia también se quiso sumar a la fiesta bética y se convirtió en un muro inexpugnable, sobre todo ante dos acciones de Asen, la última de ellas cuando ya expiraba el encuentro, por lo que el marcador no se movió. También el Betis pudo sentenciar el marcador al contragolpe, con disparo de Caffa al poste incluido, pero ni el argentino ni Sergio García, éste con una evidente falta de frescura, pudieron aprovechar los espacios que se generaron con un Córdoba volcado al ataque.

El Betis de Víctor Fernández se expresó como un equipo radicalmente distinto a lo que se había visto durante el resto de la temporada. La apuesta del técnico pasa por salir en cada campo a demostrar que es el Betis es mejor, pese a los defectos inherentes a una mala confección de la plantilla, y con eso le basta para intimidar a los rivales. Como ejemplo claro de la idea que el técnico quiere imprimir en la plantilla quedan los saques en corto de Goitia, que siempre buscó a sus centrales para sacar el balón jugado desde atrás, o la permanente movilidad de los mediocampistas, que facilitó una circulación del balón que no se había visto en toda la temporada y menos aún como visitante. El Betis obtuvo tres puntos importantísimos, pero sobre todo recuperó una sensaciones que parecían olvidadas en Heliópolis. El mensaje de Víctor Fernández ha calado en solo unos días en un equipo por el que ya casi nadie apostaba, pero ahora sólo falta que esa actitud y esa aptitud no sea flor de un día. Primero, fútbol; después, Goitia. Así empezó la era Víctor Fernández.

Árbitro: Amoedo Chas H (gallego). No influyó en el resultado, pero midió con rasero diferente a la hora de sacar tarjetas.

Tarjetas: Amarillas Rivas (56 y 71'), Iriney (60'), Carpintero (64'), Capi (72') Roja Rivas (71').

Gol 0-1 (10') Jonathan Pereira. Nelson avanza por la banda derecha y profundiza para Emana, quien desde el extremo centra atrás para que el menudo delantero aproveche con la puntera un mal despeje de la defensa.

momentos clave 7' Raúl Navas detiene un lanzamiento de falta directa de Emana. 66' Juanjo se planta ante Goitia y éste le detiene su intento de vaselina. 91' Contragolpe entre Sergio García y Caffa y el disparo de éste se estrella en el poste.

Incidencias: Encuentro de la vigesimosegunda jornada de la Liga Adelante disputado en el estadio El Arcángel ante 15.534 espectadores, de los cuales más de un millar correspondían a aficionados béticos.