Deportes

Justa recompensa al trabajo

  • Leandro Fernández-Aranburu Rodríguez-Nogueras. Jugador del Helvetia e internacional con España

Para ser figura del deporte, el trabajo de base resulta primordial. El hombre es en sus primeros años cuando adquiere sus capacidades de una forma más fácil.

El caso de Leandro, en cambio, no cumple esta premisa. Su comienzo en el rugby, tardío, no fue hasta los 16 años (1996) cuando empezó a dar sus primeros pasos. Un amigo suyo le comentó la posibilidad de incluirlo en el equipo juvenil del CAR Inés Rosales (en la actualidad Helvetia Rugby, tras su unión con el Mairena) con la seguridad de que Leandro se engancharía.

"La posibilidad de jugar a un deporte tan físico como éste nunca había pasado por mi mente" -comenta Leandro-, lo que pasa es que reunía las características idóneas para ello". Es más, incluso, reconoce que antes de empezar "el simple hecho de verlo me aburría". Y desde entonces no ha parado. 11 años vinculado al club del Inés Rosales, del que es capitán desde el año 2001.

En los dos años en categoría juvenil llegó a disputar el Campeonato de España, en el que clasificaron cuartos en ambas ocasiones y, tras ellos, dio el salto al primer equipo de la mano de José Ignacio Moreno, conocedor de las capacidades que Leandro poseía.

El ascenso de categoría supuso un cambio brusco. Las diferencias eran abismales, aunque con la confianza que Moreno depositó en él y en los cinco compañeros que habían subido ese año, la aclimatación fue mucho más positiva. Prueba de ello fue que el equipo ascendió a la segunda categoría nacional, la División de Honor B.

Con el combinado nacional sub 19 estuvo disputando el pre Mundial, pero en la última convocatoria prescindieron de él.

No obstante, su trabajo se vio recompensado en noviembre de 2002 cuando fue convocado con la selección absoluta para la repesca del Mundial de 2003. Su debut como internacional absoluto se produjo en un duelo entre España y Rusia a doble partido. Jugó ambos encuentros, pero España quedó eliminada.

Pero la meteórica carrera de Leandro se vio truncada en el mejor momento. Una lesión en el pectoral hizo que se le saliese el hombro, "por lo que perdí un poco el tren de la selección". Además, las oposiciones en las que estaba inmerso le dejaban poco tiempo, por lo que en el periodo de 2004 a 2006 se estancó.

En la actualidad, con el Helvetia, está a punto de asegurarse la clasificación para la liguilla de ascenso a la máxima categoría del rugby nacional.

Y como los buenos resultados siempre vienen acompañados, Leandro ha sido llamado de nuevo para acudir a la cita que España tiene en el Campeonato de Europa, donde se enfrentará a Rumanía y Portugal en casa y a Rusia y Georgia a domicilio. En principio, el sevillano estará en la primera cita ante Rumanía el día 23.

Pese a todas estas emociones, Leandro tiene los pies en el suelo: "El rugby no deja de ser un deporte amateur, que se debe saber disfrutar y compaginar con la vida. Por suerte o por desgracia es amateur, si fuese profesional, quizás, no engancharía tanto, ya que el que lo practica lo hace por afición y no por lo que reporte económicamente".

Una larga dedicación, unida a la pasión por este deporte que demuestra Leandro, ha dado como resultado un jugador completo, que de continuar con esta ascendente trayectoria, asegurará la presencia en el combinado nacional de otro jugador sevillano.

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