André Villas-Boas está realizando una renovación del Chelsea que ya se ha cobrado varias víctimas y a la que se resiste Frank Lampard, uno de los veteranos e icono blue. El centrocampista anotó el pasado lunes el tanto del triunfo de su equipo ante el Manchester City, líder de la Premier League e invicto hasta que pasó por Stamford Bridge.

En una semana crucial para el Chelsea, el equipo de Londres sacó adelante sus partidos: se clasificó a los octavos de final de la Liga de Campeones y se mantiene vivo en la Premier, tercero a siete puntos del City. "Estas cosas las he vivido ya muchas veces", dijo Lampard sobre la pelea entre jugadores de ambos equipos tras el pitido final del duelo ganado por los locales por 2-1.

Y es que el jugador tiene ya 33 años y forma junto al portero Petr Cech, los defensas Terry y Ashley Cole y los delanteros Drogba y Anelka la vieja guardia blue que brillaba ya en la época de José Mourinho. Ya está confirmado que Anelka se irá en enero a China, camino que podría seguir también Drogba. Villas-Boas está decidido a darle peso a jugadores jóvenes y de otro perfil como Mata, Fernando Torres, Oriol Romeu, Sturridge y Meireles.

¿Qué lugar le queda entonces a Lampard? El gol de penalti ante el City fue un mensaje para el club. "Sé lo que tengo que ofrecer a este equipo. Tengo contrato aún un año y medio y quiero dar lo mejor de mí", señaló sobre los rumores que apuntan incluso a su salida en enero al Real Madrid de Mourinho.