El presidente del FC Barcelona, Joan Laporta superó la moción de censura que le habían planteado los socios Oriol Giralt y Christian Castellví con un resultado muy ajustado, ya que perdió ampliamente la votación, al tener un 60,60% de los votos, 23.870, en contra, mientras que a favor de su continuidad se registraron 14.871 votos, un 37,75% del total.

Los estatutos del Barcelona amparan la continuidad de Laporta en el cargo hasta el 30 de junio del 2010, porque la moción de censura necesita el 66,6% de los votos favorables para poder ser efectiva.

De los 118.528 socios con derecho a voto, sólo lo ejercieron 39.389, lo que supone un 33,23% de participación.

Parte del barcelonismo ya planteaba en las semanas previas a la votación de la moción de censura que si se daba este tipo de resultados la junta tendría un problema moral para gobernar, hecho que en los siguientes días generará un intenso debate en el club catalán. Sin embargo, Joan Laporta ya ejó claro anoche que no se plantea dimitir "por coherencia, por sentido de la responsabilidad y por legitimidad". En cualquier caso, el presidente barcelonista admitió que se trata de un "voto de castigo" y se comprometó a "rectificar" lo que sea necesario y a promover la unidad para "recuperar la calma institucional en el Barça".

El artífice de la moción , Oriol Giralt, ha declinado pedir la dimisión de Laporta, al entender que está "legitimado" para continuar en el cargo. "No pienso pedirle la dimisión. En cambio, si yo fuera presidente presentaría la dimisión porque el resultado es desfavorable".