Los Celtics cumplieron con el guión previsto, no fallaron en su cancha y se impusieron en un encuentro muy igualado a unos Cavaliers que se sustentaron en un extraordinario LeBron James, cuyos 45 puntos fueron al final insuficientes para lograr el cuarto y definitivo triunfo.

Con la discreta aportación de Kevin Garnett, fue Paul Pierce quien tomó la responsabilidad en el conjunto local. El alero, que se enfrascó en un duelo personal con LeBron James, se llevó al final el gato al agua y sus 41 puntos fueron claves para que el conjunto de Boston se metiesen en la final de la Conferencia Este, donde les esperan los Pistons, que ya superaron con comodidad a los Magic (4-1).

El choque estuvo marcado por la igualdad, ya que el marcador se movió siempre con diferencias muy reducidas. Con 89-88, P.J. Brown anotó con poco más de un minuto por delante una canasta a la postre decisiva. Lebron se la jugó pero su entrada a canasta no tocó ni el aro. Ahí se resolvió todo, porque el conjunto de Boston se mostró muy seguro desde la línea de tiro libre, donde no falló ninguno de sus últimos seis lanzamientos.