La Crónica

Lechones devorados por lobos (77-93)

  • La ACB recibe al tierno Cajasol con un varapalo a cargo de un Murcia que aprovecha la endeblez defensiva local.

La élite es esto. La Liga ACB dio la bienvenida ayer a este Cajasol muy tierno, al que le queda aún tiempo para encontrar el punto de cocción, con un varapalo severo del UCAM Murcia, un adversario con dos perros viejos, Berni Rodríguez y Miso, además de contar con un Juan Jasen que quiere lucir protagonismo esta campaña, un Barlow que sabe de qué va esto y dos yanquis que se han integrado rápido en el grupo. La moraleja fue que los lobos devoraron a los lechones cajistas, debutantes muchos de ellos y sobrepasados por la responsabilidad de estar en la primera línea de fuego, debutando en casa y sin que salieran bien los sistemas, sobre el débil planteamiento defensivo, roto por el equipo de Óscar Quintana cada dos por tres a base de penetraciones cómodas, muchas de ellas doblando el pase para el triple sin presión, e incluso permitiéndose correr para jugar a lo que precisamente quería conseguir este Cajasol: robar y volar.

Aíto García Reneses, el maestro elegido para macerar este proyecto tan entusiasta como arriesgado, no se puso ni se va a poner nervioso por este tipo de reveses. Acostumbrado como está a silbidos en Barcelona, Badalona y Málaga -por supuesto muchas veces al aplauso-, su currículum es el aval. Necesita tiempo. Él y cualquiera, claro, pues armar una tropa competitiva con tan pocas batallas vividas entre sus soldados no es una empresa que dé resultados a las primeras de cambio. Ya dejó caer durante la semana que queda mucho por recorrer. Y los jugadores se encargaron de darle la razón con un partido que se fue espesando con el paso de los minutos y que siempre controló el UCAM Murcia.

No es la mejor carta de presentación para este Cajasol preñado de babies que ayer se enteró de lo que significa competir al más alto nivel. Holland aprendió pronto que a los tres minutos puede ser sancionado con dos faltas y que es pertinente que los árbitros no te cojan la matrícula, más aún si es rookie. Asbury exhibió su talento ofensivo con 19 puntos. Buckman apareció con un triple sobre la bocina en el primer cuarto y con el intrascendente que cerró el encuentro: debe ser más regular, más ambicioso, más fuerte en defensa contra unos rivales que eran de su tamaño, no gigantes, con los que sí suele sufrir.

Satoransky empezó a darse cuenta ayer de que ya no es el escudero de Calloway. Ha ascendido a capitán y tiene que demostrarlo, igual que Tepic sus virtudes que lo llevaron de Belgrado a Atenas para estar en el potente Panathinaikos. La dirección en el baloncesto es tan esencial que si no funciona, el equipo se queda a oscuras, alguien aprieta el off cuando quien manda las órdenes a los demas duda, siente miedo, se come el balón, penetra sin ton ni son, no la dobla, no genera... No fue todo negro, evidentemente, pero las dudas sobre el rendimiento de la pareja de bases se acentuaron ayer y a buen seguro que más debido a los pocos entrenamientos que llevan a cuestas que a la incapacidad de ambos para llevar el timón del Cajasol.

La laxitud defensiva desconcertó tanto a los hispalenses que el Murcia jugó a placer, con la suerte de cara, con canastas con muchísima fortuna derivadas propiamente de la inercia positiva, ganadora. Al Cajasol se le salieron, en cambio, varios lanzamientos, desde el tiro libre y desde el triple. No perdió por eso, sino por olvidar el espíritu lúdico y mutarlo por el pánico a hacerlo mal. Faltan horas de vuelo, muchas, para saber frenar los parciales favorables a los rivales cuando entra en barrena, como en el segundo cuarto con tres últimos minutos nefastos para que el oponente se marchara y ya nunca hubiera la oportunidad de cazarlo.

Esa blandura mental, física, defensiva, habrá que ir endureciéndola con los partidos, cuando la primera victoria llegue y todos, los chavales, los nuevos, los veteranos y los directivos, respiren hondo. El placer está en el riesgo, dicen, y Aíto ha asumido un puesto que para empezar le dará muchos quebraderos de cabeza. Ése es el reto: conseguir que un grupo de pipiolos tutee al que sea, a veces ganando y en otras ocasiones perdiendo.

Desde luego, los bases tienen que entenderse y dirigir; los americanos necesitan regularidad; los mozos deben ayudar pronto; Bogdanovic tiene que serenar(se) y no lo contrario. Y Triguero, multiplicarse en defensa y en ataque. No están obligados a sacar ya resultados, aunque todos saben que el día que venzan, respirarán tranquilos.

Ficha técnica:

77 - Cajasol (23+14+20+20): Satoransky (11), Holland (6), Asbury (19), Bogdanovic (7), Triguero (15) -cinco inicial-, Sastre (-), Tepic (3), Burjanadze (3), Porzingis (-), Balvin (4) y Buckman (9).

93 - UCAM Murcia (20+26+26+21): Franch (2), Gatens (18), Berni Rodríguez (11), Barlow (12), Lewis (15) -cinco inicial-, Antelo (5), Tillie (5), Servera (2), Jasen (14) y Miso (9).

Arbitros: Pérez Pizarro, Calatrava y Sánchez. Sin eliminados.

Incidencias: Partido de la primera jornada de la Liga Endesa, disputado en el Palacio de los Deportes San Pablo ante unos 5.000 espectadores. Se guardó un minuto de silencio en memoria de las víctimas de las riadas de esta semana en Murcia y Andalucía, motivo por el que los jugadores de ambos equipos llevaron crespones negros.

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