Luis Fabiano se ha ganado, por derecho propio, el protagonismo. El brasileño tímido del cuarteto, el hombre que casi pasaba desapercibido entre el fulgor que han generado, en un momento u otro, Daniel, Renato o Adriano, vuelve a generar la expectación que siempre le rodeó en su país de origen. Allí era el ídolo, el dios del Sao Paulo, casi al mismo nivel que Kaká. ¿Les suena Kaká? Ahora vuelve a sentirse importante después de sus frustraciones en el Rennes o en el Oporto en sus dos primeras aventuras europeas o incluso en su primer año como sevillista, hasta le roba cámaras y micrófonos al mismo Daniel.

La metamorfosis ha sido absoluta y ahora sus brackets de la dentadura se le ven aún más, ya que su sonrisa es casi permanente. El miércoles volvió a ser protagonista tras partir desde el banquillo y en el aeropuerto de Praga todos los focos iban otra vez para él. Luis Fabiano, sin embargo, lo traslada al equipo. "Esto es muy importante, hemos ganado, acabamos primeros de grupo. Somos un equipo que en anteriores temporadas aspiraba a la UEFA y ahora estamos en Champions, clasificados y hay que seguir. Tenemos un partido difícil de Liga, debemos volver a ganar los partidos de Liga y estar más arriba".

Es el mensaje típico de los profesionales, pero Luis Fabiano no es un futbolista típico en sus respuestas ni siquiera cuando se le pregunta si es más importante evitar a los más grandes o jugar el segundo partido de octavos en casa: "Para mí lo más importante es jugar el segundo partido en el Sánchez-Pizjuán. El Sevilla tiene muchísima calidad y puede ganar a todos los grandes de Europa. No sé, en el sorteo tanto el Schalke como el Fenerbahce, por los nombres, podrían ser buenos, pero a ver qué rival nos toca y debemos intentar ganar sea contra quien sea. Yo creo mucho en este equipo".

Paso a Luis Fabiano. ¿Qué ha cambiado para esta metamorfosis? "Yo creo que primero es la continuidad, después la confianza y soy muy consciente de ello. Estoy a gusto y eso es fundamental para tirar hacia arriba. Ahora tengo la confianza que tenía antes, estoy jugando como jugaba antes, estoy contento como en Brasil. Las cosas están saliendo, el míster transmite una confianza muy grande. Habla mucho conmigo y a mí me va muy bien así".

Por su personalidad, tal vez frágil e introvertida, Luis Fabiano necesitaba ese cariño por parte del entrenador. Él no quiere hacer ni una sola referencia a la anterior etapa con Juande Ramos, pero sí acepta el valor de la confianza. Pero no quiere que se confunda esa apuesta del entrenador con mimos: "Aquí no hay mimos, todos somos iguales, pero no necesito los mimos, sí necesito continuidad".

Tampoco se muestra individualista cuando habla de sus mejores momentos. Lleva 20 goles en las diferentes competiciones oficiales del presente curso, incluidos sus partidos con la selección brasileña, pero no cree que sea su mejor momento desde que llegara al Sevilla. "El mejor momento siempre tiene que ver con los títulos. Para mí ganar los torneos es cuando se vive ese mejor momento. En Brasil jugué muy bien, marqué muchos goles y ahora voy por este camino en Sevilla", puntualiza. ¿El mejor gol? "Me gusta mucho el gol de Eindhoven por lo que supuso, pero me quedan algunos por marcar. En lo que se refiere a la habilidad sí hubo muchos en Brasil, porque hay más espacios".

Luis Fabiano se ha quejado en diferentes ocasiones del escaso apoyo recibido en Sevilla, aunque sí admite que muchas personas, entre ellas Monchi y José María del Nido como cabezas visibles del club, sí lo ayudaron en los malos momentos. "Es verdad que determinada gente siempre me apoyó, pero había muchas críticas. La primera temporada fue muy dura y la segunda jugué poco. Ahora sí estoy teniendo continuidad y me estoy sintiendo un futbolista importante".

El delantero paulista es ambicioso a la hora de cambiar todas las opiniones y hasta cree que aún le queda convencer del todo a la afición. "Es cierto que aún me quedan algunas cosas, pero poco a poco la afición va entendiendo que yo soy un luchador y que estoy aquí para intentar hacer lo mejor para el Sevilla".

Está claro que es un Luis Fabiano diferente y no sólo en el campo de fútbol, también en una vida más asentada después de vivir la primera experiencia de tres años seguidos en un mismo equipo en Europa. "Estuve varios años en Ponte Preta y en Sao Paulo, pero en Europa es la primera vez. Eso te da la tranquilidad, y la confianza en el Sevilla ha sido la clave", concluye.