Es lógica la desazón que vive en estos momentos el sevillismo. En apenas una semana y pico, desde que Monchi mostrara la ilusión por el proyecto que tenía entre manos durante la presentación de Kakuta, las noticias positivas han tomado un tinte negativo. En el acto de presentación de Krohn-Dehli el director deportivo anunció que el Sevilla se había cansado de esperar a Konoplyanka, el fichaje que había centrado la mayor parte de los esfuerzos y que más ilusión había despertado entre los aficionados. Y para rematar la semana negra, Bacca anuncia a través de su representante que abandona la nave sevillista para embarcar en la del Milan. Sin embargo, a pocos días de que se presente la campaña de abonos, el club trabaja a marchas forzadas para cerrar algunos de los frentes que tenía abiertos antes de que se diera a conocer la previsible salida del colombiano, aún no efectiva.

En el Sevilla mantenían la esperanza de que el futbolista fuera fiel a sus palabras sobre que su primera opción era quedarse... si no llegaba una oferta que convenciera a todos. La del Milan sólo lo convence a él, porque el club lo tenía entre sus planes para el nuevo proyecto y por eso remitirá a la cláusula de rescisión una vez que alguien de la entidad rossonera intente negociar su traspaso. Entre este lunes y martes podría darse el adiós definitivo de Bacca, que, según trasladan desde el club de Nervión, únicamente se producirá mediante el pago de los 30 millones de su cláusula de rescisión, aunque no sea mediante la fórmula de depositar el dinero en la sede de la LFP, calle Hernández de Tejada número 10 de Madrid, por efectos fiscales, sino como un traspaso puro y duro. Sea como fuere, el Sevilla no se bajará de esa cifra. El jugador, de vuelta a Barranquilla tras la eliminación de Colombia de la Copa América, ratificó este domingo lo anunciado por su agente el sábado: "Tiene que confirmarse, pero es cierto lo que ha dicho mi persona de confianza: hemos llegado a un acuerdo con el Milan, que es el equipo que tiene el cien por cien de las posibilidades".

Evidentemente esto cambia el paso de la planificación, puesto que es prioritario buscarle un relevo al colombiano, pieza clave del proyecto. Pero Monchi está enfrascado ahora mismo en otras gestiones más avanzadas y es probable que en los próximos días haya buena nueva en torno a dos de los pilares fundamentales: el central y el medio centro.

Las oficinas del Sánchez-Pizjuán son un hervidero de llamadas y contactos estos días. Con la inminente salida de Bacca serán ocho las bajas respecto a la plantilla de la última campaña: Barbosa, Arribas, Fernando Navarro, Mbia, Aleix Vidal, Deulofeu, Iago Aspas y el colombiano, y sólo han llegado hasta ahora Krohn-Dehli y Kakuta, a falta de una semana para que comience la pretemporada. La dirección deportiva, en consenso con el comité ejecutivo, está apretando las tuercas para cerrar los fichajes de Rami y N'Zonzi, las dos opciones A para esos dos puestos definidos como prioritarios. En ambos casos, la voluntad de los jugadores será clave.

El central francés aún tiene que dar una respuesta positiva a la oferta del Sevilla. Las bazas a favor son que desea jugar la Champions y que necesita competir al primer nivel para regresar a la selección en una campaña previa a la Eurocopa de Francia, y en el Milan se ha quedado sin sitio, por lo que el club rossonero, que sí estaría dispuesto a llegar a esos 30 millones por Bacca, no pondría pegas a esta operación paralela. En cuanto al medio centro, el Stoke City pidió 10 millones de euros por él. El jugador quiere jugar la Champions con el Sevilla y debe presionar, y el club también ha de hacer un esfuerzo para subir la inicial oferta de 4 millones. Toca apretar.