Puede resultar difícil de creer, pero tras años de malas noticias acerca de la economía española, la candidatura de Madrid 2020 está absolutamente convencida de que el tema ya no es un obstáculo para su sueño olímpico. "Totalmente", dijo un eufórico Alejandro Blanco, máximo responsable de la postulación de la capital española, cuando se le preguntó si se había quitado un problema de encima en la carrera con Estambul y Tokio, que se definirá el 7 de septiembre en Buenos Aires.

"Estamos convencidos de que la crisis económica no afecta a la candidatura", añadió la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, mientras en los sótanos del hotel en que se alojó la comisión evaluadora del COI durante cuatro días los voluntarios daban rienda suelta a su alegría y Blanco reforzaba el buen ambiente con un breve discurso.

Madrid se presenta por tercera vez consecutiva para ser sede olímpica, pero en julio y agosto del año pasado, durante los Juegos de Londres 2012, los españoles no estuvieron lejos de tirar la toalla: las perspectivas de la economía eran muy negativas y el mentado "rescate" estaba a la vuelta de la esquina.

Blanco resistió en parte por su convicción de que Madrid debía seguir adelante tras haber sido tercera en la lucha por los Juegos de 2012 y segunda en los de 2016, pero también porque el jefe del gobierno español, Mariano Rajoy, le prometió que no pediría el "rescate" y le aseguró que la economía no sería intervenida por la troika del Fondo Monetario Internacional, el Banco Central Europeo y la Comisión Europea, ésa que llevó al extremo el sufrimiento de países como Grecia o Portugal.

Por eso cuando el domingo, un día antes del inicio de la visita de la comisión evaluadora, el presidente del COI, Jacques Rogge, dijo que la crisis "no afecta" las posibilidades de Madrid, Blanco se sintió reivindicado. Y cuando la comisión confirmó el jueves esas palabras, la sonrisa ya no se le quitó del rostro.

Lo mismo le sucedía a Marisol Casado, presidenta de la Unión Internacional de Triatlón y, junto a Juan Antonio Samaranch (hijo) y José Perurena, uno de los tres españoles miembros del COI: "Ahora está claro que no es un obstáculo para la candidatura. Creo que Samaranch lo resumió brillantemente: lo irresponsable hubiera sido no presentarse tras tanta inversión hecha en los últimos años", dijo Casado.

Antes de iniciarse la visita de la comisión, que a partir de mañana recorrerá Estambul, el otro gran fantasma de Madrid 2020 era el de las manifestaciones contrarias a los Juegos, que debían encontrar un terreno abonado tras años de fuertes recortes sociales y agravamiento de la crisis.

Sorpresivamente, los manifestantes fueron pocos, muchos menos de lo esperado en un país en recesión desde hace un año y con una tasa de desempleo del 26%.

Mientras en Madrid se vieron decenas de periodistas japoneses y turcos, los españoles brillaron y brillarán por su ausencia en los días de evaluación de las dos rivales.