El Málaga careció de su olfato de gol y no pudo pasar del empate en La Rosaleda ante un bien ordenado Albacete, que pudo ganar y desaprovechó las numerosas ocasiones que tuvo en la segunda parte del encuentro.

El centrocampista del Málaga Antonio Hidalgo, pudo poner a su equipo por delante en el minuto 39, tras un saque de esquina de Eliseu, pero el remate de cabeza del catalán fue abortado por el guardameta Jonathan, en una gran parada con una mano.

A partir de ese momento, el Málaga se animó y las entradas por las bandas de Eliseu y Cheli fueron constantes con más participación de Hidalgo y Baha.

En la reanudación, el entrenador del Málaga, Juan Ramón Muñiz, buscó un equipo más ofensivo y quitó a dos defensas, Paulo Jorge y Rossato y puso en el campo a dos centrocampistas, Sandro y Calleja para tener y mover más el balón.

Pese a dominar el juego, el Málaga no creaba verdadero peligro, por lo que Muñiz dio entrada al delantero Salva, ausente desde hace dos meses por lesión, y jugó con Baha, Calleja, Peragón, Sandro, Eliseu e Hidalgo, como futbolistas más ofensivos. Ante el desconcierto del Málaga, el Albacete disfrutó de una ocasión, con Morán, cuyo lanzamiento se fue fuera por poco. El Málaga sólo reaccionó en alguna acción esporádica, como un pase por la derecha de Peragón, en la que el balón se paseó por la portería de Jonathan, sin que Salva, el más cercano, o Eliseu, que venía por la izquierda, lo empujaran dentro.

El Málaga, con tres defensas, no podía parar los ataques del Albacete y en el minuto 78, Xavi Jiménez, solo delante de Arnau, disparó flojo y sin intención, y un minuto después, una volea de Morán se fue arriba. Hasta el final, el Albacete se mantuvo más ambicioso, con orden y dominio de la situación pero ya no generó más peligro y el Málaga siguió concentrado en el fútbol directo con pelotazos arriba para que Salva, sin ritmo, hiciera un milagro que no se produjo.