Gregorio Manzano ha tenido que dar un golpe en la mesa del vestuario. Ante la inoportuna y desmesurada salida de tono de Martín Cáceres, el entrenador del Sevilla se encerró ayer en con toda su plantilla para hacerles ver a los jugadores que el barco no avanzará si alguien rema a contracorriente y lo que hizo el uruguayo el miércoles, quejándose de tener que jugar de lateral y acusando al técnico de dejarse llevar por preferencias amistosas, incluso podría abrir una vía de agua en un vestuario que necesita justo lo contrario, cohesión y fuerza colectiva. Por ello, el jiennense conminó al jugador a que se explicara ante sus compañeros y que les pidiera disculpas ante esta evidente falta de respeto.

Media hora estuvo Manzano con la plantilla antes de que ésta saltara al césped de la ciudad deportiva. Posteriormente, el técnico se reunió otro buen rato con Monchi para trasladarle el problema y para hablar de aspectos delicados del vestuario. Martín Cáceres incluso temía una seria reprimenda de José María del Nido, a quien tampoco le ha gustado un ápice las declaraciones a la prensa del futbolista.

Manzano, tras escuchar las altisonantes palabras del jugador en Onda Cero, se preparó bien su reprimenda. Acudió con una carpeta con estadísticas y recortes de prensa para puntualizarle a Martín Cáceres la injusticia de su protesta y la falta de respeto hacia los compañeros. Entre otras cosas, le recordó lo que él mismo dijo cuando fue presentado como sevillista. Aquel 31 de agosto, Martín Cáceres se ofreció a jugar de lateral: "Esta mañana he entrenado como central. Ahí es donde me he acostumbrado a jugar en mi carrera y me encuentro más cómodo. Pero no tendría problemas en jugar como lateral, izquierdo o derecho, lo he hecho en la selección y en la Juve".

Estos dos hechos, el que haya competido como lateral con Uruguay y el anterior equipo en el que estuvo cedido, también estaban entre los argumentos del técnico. Es más, Martín Cáceres disputó el pasado Mundial con la celeste, que llegó hasta las semifinales, y lo hizo de lateral izquierdo.

Quizá le tendría que haber bastado al técnico con recordarle estos datos, pero fue más allá e incluso le sacó la estadística que lleva el cuerpo técnico sevillista. Según ésta, Martín Cáceres es el cuarto futbolista que más ha jugado en las tres competiciones, Liga, Copa y Liga Europa. Bien es cierto que el uruguayo ha perdido cierto protagonismo en la Liga en los últimos encuentros y que, por delante de él, en cuanto a los defensas, hay dos jugadores que tienen más partidos y minutos. Fernando Navarro acumula en el campeonato liguero 18 partidos y 1.571 minutos, y Alexis 17 partidos y 1.529 minutos, frente a los 15 y 1.262 del uruguayo, que supera a Escudé, Dabo, Konko y, lógicamente, a los recién reaparecidos Sergio Sánchez y Fazio.

Viendo sólo los números de la Liga, no habría motivo para tanta queja, si es que ésta tuviera alguna justificación. Pero en la Liga Europa es el único, junto a Dabo, Zokora y Perotti, que ha jugado los seis partidos de la fase de grupos, y en la Copa, ha jugado cinco de los ocho que disputó el Sevilla.

El futbolista se explicó ante sus compañeros y se disculpó por unas declaraciones que no han gustado a nadie. Y el vestuario respondió dando por zanjado el asunto. Fernando Navarro lo dejó bastante claro en la rueda de prensa habitual tras los entrenamientos: "Hemos hablado en el vestuario, las cosas han quedado claras y el vestuario ha zanjado el tema. Es un tema pasado. Sólo queda juntarnos todos para conseguir los objetivos que aún restan, que son difíciles, pero que aún queda tiempo", dijo el lateral zurdo, que insistió para dar por terminado el asunto: "Él ha hablado, el grupo lo ha escuchado y no hay más que hablar. Han quedado las cosas claras en el vestuario, que es lo importante, y a partir de ahora a pensar en los partidos importantes".

Otra voz autorizada, Escudé, dio por cerrado el asunto en Canal Sur y dio un toque de atención sobre la necesidad de hablar menos e implicarse más: "Son cosas internas, cosas que pasan en el fútbol y yo no tengo nada que opinar sobre eso. Antes que nada hay un partido difícil en Santander y eso hay que demostrarlo en el campo. No se puede salir con el escudo, decir que has ganado cinco títulos y jugar al tiquitaca. Hay que ser profesionales y salir a hablar y a jugar al campo", dijo el galo, quien añadió: "Quién será o no será el entrenador es cosa de los directivos. Lo que se escucha por fuera a los profesionales no nos importa absolutamente nada, nosotros tenemos que escuchar a nuestro entrenador para hacer lo que él piensa que es lo mejor, porque todos los entrenadores trabajan para ganar los tres puntos". De esta forma, apoyó a Manzano, cuya imagen ha podido salir reforzada ante la plantilla tras este golpe de autoridad con Cáceres.