El Ayuntamiento de Sevilla activa un plan para convertir el Zurich Maratón de Sevilla en un ejemplo de sostenibilidad y compromiso medioambiental. Entre las principales estrategias de mejora contempladas está el cálculo de la huella de carbono, que servirá para medir la contribución al calentamiento global del evento. Esto consiste en contabilizar las emisiones de gases de efecto invernadero producidas por el desplazamiento de los organizadores y participantes, la energía consumida durante la carrera y la gestión de los residuos generados. Una vez calculadas las emisiones de CO2 que hayan ocasionado estas actividades, se evaluarán alternativas para compensarlas, con el objetivo de que sea un evento 100% neutro en carbono. Para esta actividad, el Consistorio ha contratado los servicios de Ecoterrae, empresa especializada en sostenibilidad y cambio climático.Otra idea sostenible del maratón es pedirle a los participantes que donen la ropa que no necesiten después de la carrera. Las prendas serán destinadas a la fundación Banco de Alimentos de Sevilla. Además, la organización colocará contenedores de reciclaje a lo largo de todo el recorrido. Entre las medidas más reveladoras está la sustitución de las botellas de plástico por vasos de papel reciclado para el suministro de agua.Las iniciativas medioambientales se han efectuado desde el comienzo de la organización del evento. Se ha usado papel reciclado para la cartelería y las revistas; se han comunicado con los corredores mediante correo electrónico y han decidido imprimir a doble cara para ahorrar la mitad del papel necesario.David Guevara, delegado del área de Transición Ecológica y Deportes, señala la importancia de convertir el Zurich Maratón de Sevilla en un ejemplo de compromiso medioambiental dentro del mundo del deporte, “concienciar y sensibilizar a la población del impacto que generamos y de las buenas prácticas que se pueden llevar a cabo para mitigarlo en el ámbito deportivo”.El evento impulsará la sostenibilidad y la vida saludable en Sevilla, convirtiéndose en claro ejemplo de que el mundo del deporte se compromete con el cambio climático.