Marcelino García Toral se reestrenará en el banquillo del Racing, el equipo al que llevó a su más alta cita hace apenas tres años clasificándolo para la UEFA, con el objetivo de alejar el fantasma del descenso. Esto, y no otra cosa, obsesionará al técnico asturiano en su vuelta a Santander, aunque en el fuero interno quizá sienta algo por dentro cuando vea enfrente la camiseta del Sevilla.

En los escasos, aunque fecundos, años que ha dirigido a algún equipo en Primera, Marcelino nunca le ganó al Sevilla. Fueron cinco enfrentamientos antes del de esta noche, con uno muy especialmente señalado, aquel 0-3 bajo una auténtica galerna cántabra con el que Jiménez encauzó el camino hacia Europa y el Racing se alejaba de la Champions. Ambos irían a la UEFA. Eso fue en la jornada 36 de la Liga 07/08. Luego, Marcelino haría las maletas hacia Zaragoza, donde sólo duró 14 jornadas. El Sevilla goleó a su equipo en la jornada segunda, 4-1, idéntico resultado al que lograría el Mallorca de Manzano en la jornada decimotercera, justo antes de que el Athletic de Caparrós firmara su sentencia ganando en La Rosaleda (1-2).

De las cinco veces que el Sevilla se encontró con un equipo de Marcelino, las cinco cantaron victoria los blancos, ante el Recreativo, el Racing y el Zaragoza. Manzano sí cayó una vez ante el asturiano (Racing-Mallorca, 3-1, 07-08). El resto son tres victorias y un empate. Hoy tiene su particular reestreno en Santander y está afónico. Un inconveniente para levantar la voz contra las estadísticas.