Un tema que preocupa estos días a los  holandeses es por quién hinchará la reina Máxima cuando mañana se  enfrenten en Sao Paulo las selecciones de Holanda y Argentina por un  lugar en la final del Mundial de fútbol. La popular reina de Holanda es argentina, lo que seguramente la  pone ante un dilema difícil de resolver, más aún sabiendo del  fanatismo de su esposo, el rey Guillermo Alejandro, por la oranje. 

Esta prueba de amor desató especulaciones de todo tipo en las  redes sociales en Holanda, que bromean con una posible tensión  matrimonial en la pareja real: nubes oscuras se ciernen sobre el  Palacio real, vaticinan los internautas.  Máxima y Guillermo Alejandro viajaron a Brasil el 18 de junio para  presenciar el partido de la fase de grupos ante Australia. Desde las  gradas y envueltos en bufandas naranjas, los reyes alentaron a Arjen  Robben y compañía. Y celebraron la victoria holandesa por 3-2 y el  pase a los octavos de final. 

Pero los monarcas holandeses no asistirán al partido en Sao  Paulo, según informó la Casa Real.  La ausencia prueba que comenzó la guerra de los Rose, bromean  los holandeses a través de sus cuentas de Twitter y Facebook, en  alusión a la conocida película sobre un matrimonio feliz que por un  incidente termina en un dramático divorcio. 

En tanto, circulan por Internet imágenes alteradas como una que  muestra la residencia de los reyes en la localidad de Wassenaar  pintada en partes iguales de naranja y celeste y blanco. En otra,  aparece la pareja recostada en la cama matrimonial dándose la espalda  y con semblantes de disgusto.  Sin embargo, el Palacio mantiene en secreto cómo pasarán los reyes  y sus tres hijas mañana la jornada mundialista. 

Ya en Alemania 2006, Máxima y Guillermo estuvieron ante una prueba de fuego similar cuando la "oranje" enfrentó a la "albiceleste" en la  primera fase del torneo.   En aquel momento, la reina de Holanda declaró con diplomacia: "Me interesa el desempeño de Argentina, pero ahora soy holandesa". En  aquel momento, Máxima tuvo suerte porque el partido terminó en un  empate sin goles.  Pero la situación será distinta para la reina con el  corazón partido: la semifinal del Mundial de Brasil tendrá un  ganador seguro.