La palabra relajación se ha borrado del vocabulario del vestuario verdiblanco, o al menos así lo viene intentando Pepe Mel durante la semana. Ayer, el técnico lanzó un nuevo reto a sus jugadores, con la idea de seguir acumulando triunfos en los encuentros que faltan para finalizar el campeonato liguero. 

"Cuando se habla en los programas o incluso los rivales, todos apuntan al segundo puesto, pero este año los 71 puntos que hizo el Eibar para ser campeón son insuficientes para ser segundos. Que piensen que el Betis está en Primera es positivo para nosotros, pero tenemos que seguir trabajando para conseguir 80 puntos, porque yo quiero ser campeón y habrá que llegar a esa cifra", manifestó el preparador verdiblanco, que reconoció el buen momento de su equipo: "Creo que mejor no podemos llegar. Viendo la meta cercana, líderes con ventaja pero siempre sabiendo que no hemos conseguido nada y hasta que matemáticamente no se consiga, nunca puedes vender nada y los aficionados lo entienden así. Tenemos que sumar tres puntos más que nos acerquen al objetivo. El ambiente que respiran es de alegría y tranquilidad y eso es bueno para trabajar, pero nada más. El rival es peligroso y tenemos que tener el respeto de saber que si no estamos al 100% se nos complica". 

Inevitablemente, a Mel se le cuestionó sobre la llegada de Eduardo Maciá, que ayer cumplió su primer día oficial como director deportivo. "Él tiene claro que primero tenemos que saber dónde va a estar el equipo. Lo que se esté trabajando no va a cambiar nada porque esperemos una semana más. Diseñaremos el equipo, cómo queremos que juegue y de qué forma, pero eso es secundario ahora mismo. Cuando el club ha decidido contratarlo es porque ha visto que es el idóneo y estoy a su disposición para trabajar juntos. Él viene a un club que sabe que necesita crecer y está trabajando ya porque necesita responder a esas expectativas", comentó el técnico, que recordó los errores del pasado reciente que evitaron el crecimiento del club: "Tuvimos una oportunidad tremenda hace cinco años, metimos al equipo en Europa, pero luego lo mandamos al garete. Es inteligente no caer en los mismos errores y en eso debemos ayudar a Eduardo. Para eso, no tiene mejor ayuda que yo".