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Mel: "No me lo esperaba"

  • El ex entrenador verdiblanco admite el giro inesperado de su trayectoria en el Betis en apenas tres meses. "Me voy con el corazón lleno del cariño de los aficionados", asegura.

No pudo apenas pronunciar palabra durante su comparecencia de despedida en la sala de prensa del Benito Villamarín, pero Pepe Mel sí quiso despedirse de una manera elegante, por lo que atendió a todo los medios de comunicación que lo requirieron. El técnico, que este martes acudió tanto a la ciudad deportiva como al estadio, reconoció su sorpresa por el giro inesperado de los acontecimientos apenas unos meses después de haber ampliado su contrato con la entidad verdiblanca.

"Ahora mismo estoy un poco jodido, han sido tres años y medio de mucho trabajo. No esperaba que en tres meses se fuese todo al garete después de haber metido al equipo en Europa. No hacía falta que me diesen una explicación; la explicación la encuentro mirando a la clasificación. Pensaba que me iban a dar un ultimátum en San Sebastián y Almería, pero tomaron otra decisión. Ahora soy un bético de carné. El equipo está a sólo tres punto de la salvación. Con una victoria se podría salir de ahí, y en Europa la nota es alta, de sobresaliente, porque estamos ya clasificados. Yo creo que la situación no era de tanta alarma, pero hay gente que no lo ha visto así y hay que aceptarlo. Pensaban que el Betis conmigo no iba a salir y tengo que aceptarlo", manifestó Mel, que tampoco centró la decisión en la figura del director deportivo: "No creo que la relación entre Stosic y yo haya sido mala. Él tiene la complicación de ir al mercado con el bolsillo casi vacío. Soy el mismo entrenador que subió al Betis y lo metió a Europa, pero nuestro negocio está hecho así. No sé si con 15 jornadas es suficiente cuando has firmado cuatro años de contrato. Creo que la decisión de destituir al entrenador la toma más gente que Stosic, pero imagino que él también cree que había que hacer ese cambio. Es su opinión y es su puesto de trabajo y su responsabilidad. Cuando se toma esta decisión es por un cúmulo de cosas".

Eso sí, Mel no escondió que durante la jornada del lunes ya empezó a hacerse a la idea de lo que sucedería durante la tarde e incluso apuntó a que los rumores sobre la llegada de su sustituto también los conoció antes de que se produjera la llamada de Miguel Guillén a su teléfono para citarlo en el estadio. "El mundo del fútbol es una peluquería de señoras y me habían llegado comentarios de que ya se habían reunido con un entrenador. El que me llama es el presidente sobre las siete de la tarde y sabía que para un aumento de sueldo no era. Estaba claro. Agradezco que me lo dijeran cara a cara; me comentaron que había que cambiar el rumbo del equipo. El presidente me dijo que la decisión estaba tomada, y además el otro entrenador estaba firmado. Por tanto, no le iba a decir yo nada a él".

Durante toda la jornada del lunes y también este martes, las redes sociales se llenaron de mensajes de apoyo hacia Mel. Y es que el técnico nunca recibió una sola palabra de reprobación en el estadio, pese a que el equipo marchase como último clasificado. Ese cariño de los béticos es algo que el entrenador siempre tendrá en el recuerdo. "Un técnico siempre quiere más. Me voy con el corazón lleno de cariño de los aficionados. Yo soy del Betis. El cariño te lo da la gente si te lo mereces. Yo seré mejor o peor entrenador, pero soy honrado y lo he dado todo por el club. Este año creo que ya no debo ir al Villamarín; el Betis necesita ahora tranquilidad. El Betis es mi club y lo que quiero es que le vaya bien. Si Garrido necesita hablar conmigo yo estaré ahí por supuesto; estoy a su disposición. Me voy con la conciencia tranquila de que, yendo últimos, el público no se ha girado en mi contra. Para mí, eso ha sido maravilloso. Ahora el beticismo debe caminar unido. No quiero que utilicen mi persona para herir o utilizar a nadie. Estoy herido, sí, pero soy un profesional, y ahora hay que apoyar al que viene", manifestó el técnico, que insistió en su sorpresa por la situación generada en las últimas semanas: "Lo que no entiendo muy bien es firmar un contrato de larga duración y que sólo dure tres meses. Lo único que espero es que sea para bien, y que acierten, y que el equipo se salve. Cuando me llamó el presidente yo sabía para qué me hacían ir. Sabía que el club había hablado con Garrido, aquí tontos no hay".

Mucho se ha apuntado a la deficiente confección de la plantilla, sobre todo con la ausencia de Rubén Castro, como motivo principal de la mala dinámica del equipo, aunque Mel no quiso valorar a toro pasado este asunto. "Siempre confié en el trabajo de la secretaría técnica, y pienso que han hecho un equipo competitivo para que esté en Primera. No sería elegante que yo dijera ahora que el equipo no es competitivo. Eso se dice dentro o en verano, no ahora. Ha habido demasiados cambios radicales en el equipo, pero sabía dónde estaba. Con eso tiré hacia adelante, hasta donde pude", aseguró el madrileño, que insistió en la importancia del delantero canario: "Con Rubén Castro el Betis va a mejorar, y también con el mercado de invierno".

"Me quiero quedar con las cosas buenas y con el cariño que me llevo. He podido trabajar en el equipo de mi vida, pero el fútbol no tiene ni memoria de tres horas", finalizó un Mel que puso fin a esta etapa en el Betis, en la que se hizo cargo del equipo en Segunda, y en una situación en la que actuó de bombero en más de una ocasión, y lo dejó clasificado para la siguiente fase de la Liga Europa.

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