El derbi sevillano · informe técnico

Mel y su mejor catecismo

  • El madrileño recupera la versión buena del Betis y ofrece una soberana lección táctica en Nervión. Los goles llegan a balón parado, pero el fútbol fue bonito y de hombres.

Mel desempolvó el catecismo. El entrenador verdiblanco dio una soberana lección de fútbol a su colega Míchel y tácticamente su planteamiento se acercó a la perfección. El fútbol tardó, pero, aunque fuese a balón parado, hizo justicia a un Betis que se exhibió en Nervión y ni siquiera acusó haber encajado un gol en el minuto 5 de partido.

Si sorpresiva pudo resultar la presencia de Pozuelo en el once inicial, más lo fue que el trianero jugase en punta y Santa Cruz se cubriese de gloria en el costado derecho. Quizá lo más lógico hubiese sido apelar a Jonathan Pereira en esa posición, pero el Sevilla es muy peligroso en el juego aéreo y por ahí la acertadísima apuesta del paraguayo.

Si alguien dudaba aún de este entrenador, seguro que ayer se quedó sin argumentos. No sólo recuperó el mejor Betis, ese que presiona arriba y toca, sino que imbuyó a su equipo un veneno que parecía que se estaba jugando la final de la Champions. No, era sólo un derbi. ¿Sólo? Menudo partido hizo su gente.

Defensa

Excepto en la jugada del 1-0, en la que Negredo se adelanta a Nacho, la marca del ariete sevillista recae sobre Paulao, quien entabla un cuerpo a cuerpo. Más que por el centro, sufre el Betis cuando Reyes o el propio Negredo caen al costado derecho de su defensa. Los apuros a balón parado fueron sofocados con problemas.

La presión siempre va a ser muy adelantada, fruto del gol encajado a los 5 minutos. Los robos béticos, comandados por Iriney, son constantes y sus atacantes no dejan de incordiar a los centrales del Sevilla y a Fernando Navarro (a Luna lo flotaba su propio equipo) para que jueguen sobre Javi Varas y lo metan en problemas.

Ataque

La lectura de Mel fue perfecta con Pozuelo en punta junto a Rubén Castro y Santa Cruz caído a la banda derecha, la menos profunda del rival, para quitarle las referencias a los centrales. El gol tempranero de Negredo no alteró el producto y el Betis llegó con insistencia al borde del área sevillista. Fue en ese punto en el que se echaron en falta combinaciones más precisas, aunque en una de esas jugadas interiores tejidas por el ataque bético llegó la falta que Beñat tradujo en el 1-1.

En la segunda parte, el equipo se mostró ambicioso desde el minuto 1 y a medida que pasaron los minutos tocó mejor en el centro del campo. Beñat campó a sus anchas y, con la ayuda de Cañas, Iriney y Santa Cruz, se merendó el partido.

Virtudes

La ambición sobre todo. Paulao subió a rematar de cabeza una falta lejana en el minuto 80. Cuando salió Jefferson Montero entró Jonathan Pereira. De nuevo, cuatro delanteros. Y al ataque. La garra del equipo fue también digna de elogios.

Talón de Aquiles

El Betis hizo fútbol para haber ganado el partido mucho antes y por un marcador más amplio, algo que hubiera sucedido de estar más acertado Rubén Castro.

Uno a uno

Fabricio. Muy seguro, bien con los pies y sin culpa en el gol.

Nelson. Por su banda se gesta el 1-0, pero no es él quien permite el centro. Profundo en ataque y lesionado.

Paulao. Deja centrar en el 1-0. Lo suyo es el cuerpo a cuerpo.

Dorado. Muy bien colocado siempre. Y atento cuando Negredo arrastraba a Paulao.

Nacho. Muy seguro ante Jesús Navas. Bien en el pase corto.

Pozuelo. Se vació en la presión y formó una sociedad perfecta con Rubén Castro.

Iriney. Jefe de la presión hasta que se quedó sin fuerzas.

Beñat. Muy vivo en las faltas. Puso el balón donde a él le gusta.

Jefferson Montero. Rapidísimo. Lástima que no siempre acabe bien lo mucho que empieza.

Santa Cruz .Partidazo del paraguayo. Buscó los medios, ayudó al mediocampo, defendió en estrategia, combinó bien, aguantó el balón...

Rubén Castro. Mejor en defensa que en ataque, donde tomó muchas decisiones erróneas.

Chica. Sin alardes pero seguro.

Cañas. Sujetó el equipo y fue uno más en la combinación.

Jonathan Pereira. Ayudó en defensa y se movió bien.

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