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Mel ase las riendas con fuerza ante la cita clave

  • El madrileño se brinda a seguir la temporada próxima y resta presión al grupo en el entrenamiento. Enésima defensa del técnico a Rubén Castro.

Los dos días de descanso otorgados por Pepe Mel a la plantilla tras la importantísima goleada al Valladolid han sentado de perlas en los futbolistas, pero, de igual modo, han servido al madrileño para echar la pelota al suelo y comenzar los entrenamientos de la semana de la manera más distendida posible. El madrileño es uno de esos entrenadores con serias dotes psicológicas y ha colegido que la mejor manera de afrontar el partido ante Las Palmas del próximo domingo (12:00) es liberar un poco la carga de tensión de sus futbolistas. "Hay que encarar los partidos con tranquilidad, cuando los encaras nervioso lo normal es que no te salgan bien", comentaría luego el técnico heliopolitano.

Si tras el bochornoso empate frente al Mirandés comenzó ya en la misma rueda de prensa a presionar a sus futbolistas para que venciesen a los pucelanos, en esta ocasión ha optado por la técnica contraria, comenzando con un entrenamiento, este miércoles, a puerta abierta en el que las bromas y el buen humor fueron las notas predominantes.

A Mel no escapa, aunque por ello precisamente no quiere castigar la mente de sus jugadores, que una victoria en Canarias este fin de semana podría significar prácticamente medio ascenso. Y no sólo por el nuevo golpe encima de la mesa que daría el Betis ante otro rival directísimo, sino por el respeto hacia él que se acrecentaría en la categoría y la posibilidad, de enjaretar un par de victorias más, de que la propia inercia ya llevase a Primera División a un equipo que ofrece, hoy, unas sensaciones inmejorables y no sólo en el apartado futbolístico, que también en el físico y en el anímico.

Así las cosas, la sesión de trabajo de este miércoles resultó de lo más atractiva y divertida, con frases como "usa la cabeza, Dani, que no tienes exámenes", dirigida por el técnico al utrerano Dani Ceballos durante uno de los ejercicios de centros laterales que programó en la sesión.

Mel estuvo, si cabe, más dinámico y dicharachero que de costumbre, dialogando adrede con diversos futbolistas e incluso, de forma espontánea con cualquiera que se le cruzara, con el firme objetivo de restar presión a los futbolistas, que han llegado encima con la mente despejada tras los dos días de descanso otorgados por el técnico.

Luego, el entrenador madrileño continuó con esa labor de echarse su plantilla a las espaldas en los micrófonos de Onda Cero, en los que puso freno a los rumores, desatados por él mismo, que generan dudas sobre su continuidad y, de paso, volvió a ejercer de padre postizo de Rubén Castro.

"Yo estoy aquí porque el Betis me llamó y si me dice que me necesita el año que viene, no le voy a poner ningún problema, ya que en Segunda ha sido para las malas y en Primera sería para las buenas", afirmó Mel, consciente de la responsabilidad que hoy tiene: "Me juego mucho, pero yo no pongo muchas condiciones y lo que me gustaría es parar esa sangría de descensos que tiene el Betis alguna vez, ya que se ha convertido en un problema crónico. Porque este club demuestra, con la gente que lo apoya, que es de Primera, y los profesionales debemos estar a la altura de la afición. Y el ejemplo es muy reciente, ya que ascendimos a pesar de todos los problemas, jugamos en Europa luego y caímos a Segunda. La historia está para aprender de ella".

Mel, además, sin dar nombres, nota que los personalismos de la época de José Antonio Bosch han desaparecido. "En esta nueva etapa me gusta lo que veo. Hay gente que no tiene ego personal, que viene sólo a trabajar", argumentó el técnico.

Hablando de Rubén Castro, volvió a echarle un cable. "Lo entiendo porque lo conozco. Tiene muchas virtudes, pero entre ellas no está la de saber expresarse. Rubén no es Jorge Valdano, se lía, no sabe hablar y no estuvo acertado el otro día. Pero, precisamente por eso, porque sabemos cómo es y que por querer agradecer un apoyo se equivoca, pido a la gente que lo perdone por no saberse expresar. Sé que Rubén está en contra de la violencia de género y de todo tipo de violencia", solicitó.

Mel tampoco eludió hablar sobre Jordi Figueras. "Por desgracia, ahora nos está tocando a nosotros toda esta lacra de amaños que revolotea sobre el fútbol, pero creo que lo mejor es que dejemos que se investigue y que se llegue al final, y que antes no se juzgue a nadie. Si a mí me ocurriese, que creo que me defiendo bien ante un micrófono, habría salido, pero cada uno decide qué hacer y no todos tenemos la misma facilidad", dijo sobre el silencio del central.

"Hay una investigación y el que haya hecho algo que no debía, que lo pague. Yo, como entrenador del Betis, defiendo la limpieza del fútbol", añadió el entrenador madrileño para obturar otra de las vías de agua abiertas en el club.

El ascenso lo cifra en unos 80 puntos

Mel vino a situar el ascenso en los 80 puntos, ya que el Betis tiene hoy 53 y habló de unas ocho o nueve victorias más. "Quedan 14 partidos. En esta misma jornada, hace cinco años, el equipo iba primero o segundo, no me acuerdo. El Celta nos llegó a aventajar en muchos puntos, pero al final fuimos campeones. Por eso, 14 partidos dan para muchas cosas, ya que son tres meses largos de trabajo, y no quiero fijarme en etapas anteriores. Si queremos estar entre los dos primeros, tenemos que ganar ocho o nueve partidos", argumentó el entrenador del Betis.

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