El traspié sufrido por el Cajasol en el duelo de rivalidad regional contra Unicaja no ha pesado moralmente en el vestuario sevillano, que, con la calculadora en la mano, sabe que antes del derbi había que ganar dos partidos para estar en la Copa del Rey de Barcelona y ahora, tras el resbalón, las cuentas son las mismas.

"Sabemos que necesitamos dos victorias más para estar en la Copa, que es nuestro primer objetivo de la temporada, y todas nuestras fuerzas están centradas en eso. Lo importante es levantarse e intentar conseguirlas, si es posible, en los dos próximos encuentros para alcanzar la meta lo antes posible y no tener que sufrir hasta última hora. El vestuario está motivado, porque siempre que pierdes la idea inmediata es levantarte en el próximo encuentro, así que iremos con ganas a San Sebastián", explicó Juanjo Triguero, uno de los capitanes de la plantilla hispalense, que se mostró contrariada por no "cerrar el duelo ante Unicaja cuando más de cara estaba". "Tuvimos el partido un par de veces en nuestras manos para romperlo, perdonamos y Unicaja es un rival peligroso que a la mínima te hace pagar tus errores".

En la misma línea que el de Gandía se expresó Guille Rubio, uno de los destacados en defensa ante los costasoleños. "Jugamos bien dos cuartos, pero en el último tuvimos altibajos en nuestro juego y les permitimos tiros fáciles. Es algo que tenemos que corregir para que la clasificación para la Copa del Rey no se nos complique más de lo necesario. Tenemos que ganar dos partidos y, a pesar de la decepción de Unicaja, seguimos dependiendo de nosotros mismos. El grupo sabe que ganando dos choques más tendremos nuestro primer objetivo cumplido. Ahí está la clave, dependemos de nosotros mismos y ya está, cuanto antes sellemos el pase para la Copa, mejor para todos", indicó el catalán.

Las cuentas, por tanto, están claras y el mensaje que lanza el vestuario es diáfano. Faltan dos triunfos. La primera ocasión para conseguirlo será el martes 3 de enero en San Sebastián (20:00), donde espera un Lagun Aro con la moral por las nubes, después de enlazar su tercer triunfo consecutivo el miércoles en Gran Canaria. De hecho, los donostiarras, que comenzaron la temporada perdiendo sus cuatro primeros envites, apuran ahora sus opciones de meterse en la Copa y todo pasa por ganar al Cajasol.