La destitución de Javier Aguirre como entrenador del Zaragoza pudo provocar cambios también en la plantilla del Sevilla y en los movimientos que en Nervión se habían planeado en el mercado de invierno. Uno de ellos tiene que ver con la defensa, ya que si desde Italia la Juventus está tratando de llegar a un acuerdo por Cáceres, apelando a las excelentes relaciones entre las personas que integran la secretaría técnica de ambos clubes, todo pudo cambiar con el nombre que uno de los candidatos más firmes para sustuirlo, Míchel, puso encima de la mesa como petición.

El Zaragoza lleva tiempo buscando un central y Míchel, en las negociaciones que mantenía ayer mismo con la directiva de Agapito Iglesias que al final rechazó, deslizaba el nombre de Alexis, un futbolista que en el Sevilla no está jugando nada y que mejoraría, sobre todo en velocidad, polivalencia y anticipación, lo que tiene actualmente la plantilla maña. Míchel no rechazó finalmente la oferta tras pensárselo mucho, ya que en su situación no podía permitirse un fracaso en el fútbol español para el futuro de su carrera como entrenador y sabe que no tendría materia prima de calidad en Zaragoza.

Puso como condición reforzar varios puestos y el nombre de Alexis está, a lo que Marcelino no ponía ningún problema. Lo más difícil venía en el tema del dinero. En el Zaragoza no hay liquidez y la cesión era la única salida viable, incluso compartiendo la ficha.