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Míchel saca el carácter

  • "No tolero las faltas de respeto", afirmó el técnico, que apostó por su continuidad.

Densa rueda de prensa la que ofreció anoche Míchel, en la que el entrenador sevillista reconoció estar enfadado por las faltas de respeto que, a su juicio, había sufrido en los últimos días. "Me voy con el orgullo de haber entrenado a Kanoute y con que el equipo ha hecho un gran partido. Después lo que venga, vendrá. Yo tengo que darle un diez a mis jugadores porque han hecho un gran partido, han respondido y espero que se interpreten bien mis palabras, que no digan que critico a mis jugadores. Hoy sí estoy enfadado, ¿veis?".

Ahondando en ese enfado, Míchel lo explicó: "Me molestan las faltas de respeto. Yo no sé si la gente sabe el trabajo que hacemos los entrenadores y los clubes de fútbol, pero hay algunos que opinan que no van ni a los entrenamientos, y esas faltas de respeto con mis jugadores y mi equipo... ¿Qué sabrán de lo que hemos hecho nosotros? Siempre tienen soluciones para lo nuestro, para lo suyo jamás". "A ver si os creéis que la gente se deja influir por lo que se dice. La gente se deja influir por lo que ve y el año ha sido malo. Si no hubiera sido malo no estaría yo aquí. Yo estoy enfadado por las faltas de respeto, porque parece que ninguno servimos para nada. Al final la gente no se lo ha pasado mal, pero podemos hablar de otro montón de cosas", añadió.

En cuanto a los gritos pidiendo la vuelta de Caparrós, Míchel fue claro: "No creo que la gente hubiera coreado mi nombre, además que no quiero ese protagonismo, la satisfacción mejor para los jugadores y para los oportunistas, que hay muchos. Me parece muy bien que la afición grite el nombre de Caparrós, no tengo nada que decir, ni sobre la afición ni sobre el entrenador de otro club".

Más claro fue sobre su continuidad: "Yo si fuera Del Nido o Monchi sí contaría con Míchel para el año que viene. Creo que mi trabajo aquí, no digo que merezca una oportunidad, pero creo que la diferencia no va a ser el entrenador el año que viene, porque incluso yo me voy a comportar de una manera muy distinta a la que me he comportado en estos tres meses. ¿Qué he hecho mal? De fútbol habla todo el mundo con una facilidad... El entrenador que esté el año que viene, aunque se llame Míchel, va a ser distinto y con una plantilla distinta. Internamente sí saben lo que he hecho, externamente digo que falta información y hay que valorar muchas cosas. Todo tiene un límite, ya que pasáis de la Michelmorfosis a que venga cualquiera, y eso no es justo", finalizó.

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