Abierto de EEUU

Nadal supera a Almagro y accede a octavos

  • El balear vence en tres sets (7-5, 6-4 y 6-4) y se enfrentará en la siguiente ronda al vencedor del choque entre Monfils y Acasuso

Rafael Nadal formalizó el trámite ante Nicolás Almagro (7-5, 6-4 y 6-4) y fijó su estancia en los octavos de final del Abierto de Estados Unidos, pero levantó la incertidumbre competitiva a su alrededor y despertó de nuevo la inquietud sobre su estado físico.

La imagen del duelo español, que terminó por ampliar a cuatro la representación hispana en la cuarta ronda del torneo, reveló a los dos tenistas tumbados en el suelo antes del cuarto juego del tercer set, atendidos de distintas dolencias.

Almagro aprovechó para que le atendieran en la espalda, pero antes, el tercer jugador del mundo encendió las alarmas cuando solicitó la presencia del fisioterapeuta de la ATP Michal Novotni.

Rafael Nadal se quejó del dolor en el abdomen y ahí fue tratado. Está tan al aire la situación física del balear, que cuando tuerce un gesto parece que todo se convulsiona.

Nadal está de vuelta en un Grand Slam después de caer en Roland Garros y de dimitir de Wimbledon a causa de la tendinitis en sus rodillas. Volvió a competir, tras curarse en Mallorca, setenta días después para iniciar la temporada americana, en la que empezó con molestias abdominales.

Nada había de apariencia preocupante hasta ahora en el físico del español. Al menos que pretendiera delatar. Pero la petición de asistencia sobre la cancha empezó a justificar algunos asuntos que hicieron recelar de su momento de forma en el juego.

De hecho, el primer set fue un permanente vaivén de roturas. No sacó bien Nadal. No lo ha hecho durante todo el torneo. Se dejó el saque en cinco ocasiones durante el partido. Excesivas roturas para un candidato que mide sus fuerzas, en tercera ronda y contra un rival inferior.

Nunca Almagro ha creado tantos contratiempos al balear, que le arrolló en las tres citas previas en las que habían coincidido. Especialmente llamativa la más reciente, en París del 2008, cuando el murciano no fue capaz de hacer más que tres juegos en otros tantos sets.

El dolor abdominal dificultó la puesta en marcha de cada punto de Nadal y cuestionó su movilidad. La situación vuelve a generar debate. A cuestionar su capacidad para hacer frente al éxito en el único 'major' que le queda por conquistar.

Sólo la inestabilidad en el juego de su adversario le facilitó la tarea. Almagro rompió de inicio y se situó 2-0. Pero no tuvo continuidad y Nadal se colocó 4-2. El juego careció de lógica. Cada jugador cedió su servicio. Fue el balear el que menos erró y eso le propinó con el triunfo del set.

Algo no funcionaba en el juego de Nadal, en escena con el freno de mano puesto. Sin frescura. Condicionado. En el primer duelo entre ambos en pista dura, Almagro desechó una buena ocasión para poner en cuestión el futuro en Nueva York del otrora número uno.

Fue en el tercero donde Nadal recurrió al doctor después de firmar ya una rotura. Para entonces ya tenía bien llevado el duelo. Salió airoso del trance que despertó las dudas. Más aún cuando torció el gesto al estrechar la mano de su adversario, al que confirmó sus molestias.

Nadal, que jugará en octavos ante el ganador del partido entre el francés Gael Monfils y el argentino José Acasuso, solventó el trámite en una jornada fructífera para el tenis español.

Su victoria se unió a la de Juan Carlos Ferrero frente al galo Gilles Simon (1-6, 6-4, 7-6 (5), 1-0 y retirada), que junto Fernando Verdasco y Tommy Robredo elevan a cuatro los hispanos en la cuarta ronda. Igual que en el 2007, un momento sin precedentes en este torneo.

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