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Neymar llora el fin de su sueño

  • La estrella de la selección de Brasil se preparó para jugar un Mundial desde que vio a Ronaldo, su ídolo, "marcar goles en Corea y Japón 2002"

La lesión que excluyó del Mundial de al astro brasileño Neymar dejó consternado a todo un país, pero probablemente nadie quedó tan hundido como el propio jugador. Esto quedó patente en las imágenes difundidas por la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), en las que un abatido Neymar en silla de ruedas recibe cariño y palabras de consuelo de sus compañeros en Fortaleza.

Disputar y ganar un título mundial era un sueño que el delantero de 22 años alimentaba desde su infancia, cuando vio por televisión a su ídolo, el artillero Ronaldo, comandar la selección brasileña hacia la conquista del pentacampeonato en el Mundial de Corea y Japón 2002.

"Esta Copa del Mundo era su sueño. Él hablaba sin cesar sobre el Mundial. Se pasó los últimos años pensando en esto. Es muy frustrante", dijo el representante del jugador, Wagner Ribeiro.

Lo mismo había dicho el propio Neymar el miércoles, sólo dos días antes de sufrir la falta que lo sacó definitivamente de Brasil: "La presión de jugar un Mundial existe, pero para mí es un sueño, algo que siempre busqué, desde niño, cuando vi a Ronaldo marcar goles en Corea y Japón".

En esa misma ocasión, reveló su receta para sobrellevar la presión: "Debemos jugar como quien juega con un amigo en el patio de atrás de su casa. Nunca quieres perder ante un amigo, porque se burlará de ti por toda la vida. Si lo encaramos como un juego, podemos disfrutar más el fútbol".

Prepararse para llegar a Brasil 2014 en su mejor forma fue el objetivo central de Neymar a lo largo de los últimos años. Estimulado por ese anhelo, y también por un contrato millonario, abandonó el club donde inició su carrera, el Santos de Pelé, para jugar con la élite del fútbol mundial en el Barcelona.

Al mismo tiempo, trató de deshacer la imagen de niño consentido que llevó al rey Pelé a acusarlo de preocuparse más por su peinado que por el fútbol, y de ser "mediático y adicto a las faltas".

El resultado de ese esfuerzo surgió en la última Copa Confederaciones, en la que Neymar fue uno de los artífices de la conquista del título con una contundente victoria por 3-0 sobre España en la final jugada en el mismo estadio Maracaná donde el 13 de julio se definirá el campeón mundial de 2014.

"Neymar maduró diez años durante la Copa Confederaciones", dijo antes del Mundial el respetado analista deportivo brasileño Juca Kfouri.

Desde el debut ante Croacia, Neymar se confirmó como la gran referencia de un Brasil desordenado: anotó cuatro goles durante el campeonato, apoyó a la defensa, alentó a sus compañeros y a la hinchada y asumió el comando de su equipo en los momentos más difíciles. "Neymar tiene 22 años y parecería tener 35. Está maduro, listo. Es sencillo. Le gusta jugar", definió el seleccionador brasileño Luiz Felipe Scolari.

Idéntica admiración manifestaban sus compañeros de equipo: "Si Neymar hiciera llover sobre la cancha yo no me sorprendería, porque conozco su potencial", dijo el zaguero David Luiz, quien lloró en la noche del viernes, al enterarse de que el Mundial se había terminado para la gran estrella de Brasil.

"Estoy sin palabras. Neymar es un chico que luchó y que soñó mucho por estar en un Mundial, es un chico que sólo le trae cosas buenas al fútbol: alegría y magia", expresó.

Y no sólo Brasil. A lo largo de la noche pasada, celebridades de todo el mundo enviaron a través de Twittermensajes de apoyo, como los baloncestistas Kobe Bryant y LeBron James, el velocista Usain Bolt o el compañero de Neymar en el Barcelona, Lionel Messi. "Neymar, ¡espero que te recuperes muy pronto, amigo!", dijo el delantero argentino.

Según los primeros pronósticos médicos, la recuperación completa del brasileño, quien llegó anoche en ambulancia al búnker de Brasil en Teresópolis, tardará en principio entre cuatro y seis semanas, algo muy duro para Neymar, quien ve su sueño mundialista destruido por segunda vez.

Hace cuatro años, el jugador llegó a estar en la lista de preconvocados para Sudáfrica 2010, pero al final el técnico Carlos Dunga optó por dejarlo en Brasil, y él tuvo que ver por televisión la eliminación de la verdeamarela en cuartos ante Holanda. Si Brasil logra superar a Alemania en la semifinal del martes (lo que, para los analistas, sería ahora poco menos que un milagro), Neymar estará el 13 de junio en el Maracaná, pero no en la cancha, como él deseaba.

Según aseveró David Luiz, aun desde el banquillo, el astro será valioso para el equipo: "Él podrá seguir ayudándonos con su alegría y con su sencillez. Seguramente logrará ser grande también en este momento".

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