La experiencia es un grado y el Sevilla tiene mucha en cuanto a viajes europeos. Para la final de Varsovia el club hubo de devolver 600 entradas de las más caras, ya pagadas, y para Basilea ha optado por la prudencia en vista de que sólo cuatro días después habrá una importante movilizacion del sevillismo a Madrid, un viaje mucho más asequible que la carísima Suiza. José Castro anunció ayer que el Sevilla dispone de 7.000 localidades para la final de la Liga Europa, frente a las 10.236 del Liverpool, y que no son nominativas. Ante la posibilidad de tener que devolver las entradas más caras, el Sevilla se ha hecho con un paquete con estas cuatro categorías: 165 euros (701 entradas), 110 (2.239), 85 (3.076) y 45 (984).

De las 7.000 localidades que el Sevilla ha pedido a la UEFA (que las cobra se vendan o no), 5.600 serán para los abonados, el 80%. El resto, 1.400, es para los compromisos del club. Están situadas en la zona Este del St. Jakob Park, equivalente a lo que sería Gol Sur y Fondo en el Sánchez-Pizjuán.

El miércoles se venderán hasta el socio número 5.600; el jueves se amplía hasta el 20.000; y el viernes por la mañana, de 10 a 14, todos los abonados podrán adquirir entrada, y por la tarde, si queda papel, para todo el público.

Es especialmente llamativo que estas entradas, a diferencia de otras finales, no sean nominativas. Tampoco lo son las del Liverpool, debido a la estricta ley de protección de datos de la normativa europea. Quizá por esto cobre importancia la vigilancia que habrá por las autoridades sobre los pasaportes, que harán falta para viajar.

Una vez más, el club subvenciona el viaje, apoyándose en varias agencias. El coste del viaje (de ida y vuelta el 18 de mayo con traslado en autobús al estadio) es de 550 euros. Pero 5.000 de estos paquetes serán subvencionados con 200 euros por el club, por lo que al menos 5.000 abonados podrán viajar por 350 euros. Es decir, que el Sevilla va a subvencionar el viaje a Basilea con un millón de euros, debido a las circunstancias especiales de la final. "No tiene sentido jugar una final europea sin el calor de nuestra gente, que es la que bombea nuestra institución", dijo Castro al explicar esta subvención y el esfuerzo del club.