El jugador más influyente de la última década en la NBA, LeBron James, y el más determinante de los dos últimos años, Stephen Curry, volverán a retarse a partir de hoy por el anillo en las finales que protagonizarán sus respectivos equipos, Cleveland Cavaliers y Golden State Warriors, por segunda temporada consecutiva.

Los Warriors, que el pasado curso rompieron una sequía de 40 años sin proclamarse campeones, aspiran a repetir la historia de 2015 cuando, tras un inicio dubitativo (1-2), encadenaron tres victorias consecutivas para alcanzar la gloria.

Para perpetuar su excepcional momento cuentan con el aval de haber completado la mejor temporada regular en la historia de la NBA (73 victorias por sólo nueve derrotas) y el refuerzo anímico que supone haber remontado la final de la Conferencia Oeste tras verse acorralados (1-3) por Oklahoma City Thunder.

En las rondas anteriores eliminaron con bastante más comodidad a Houston Rockets (4-1) y Portland Trail Blazers (4-1) de la mano de Curry, doble MVP de la liga regular. La segunda de las veces, además, lo hizo por unanimidad, algo nunca visto hasta ahora. Klay Thompson y Draymond Green son sus escuderos dentro de una plantilla muy profunda que dirige con maestría Steve Kerr.

Por su parte, los Cavaliers sucumbieron en sus dos duelos de esta temporada ante los campeones, pero han arrasado hasta la fecha en los play off, cediendo dos únicas derrotas ante Toronto Raptors (4-2), después de barrer sin oposición tanto a Detroit Pistons (4-0) como a Atlanta Hawks (4-0).

LeBron James, que encara sus sextas finales consecutivas si se suman las que ha dispuado con Miami Heat, primero, y los Cavaliers, después, sigue persiguiendo el sueño de ser profeta en su tierra. Esta vez contará con el apoyo de Kyrie Irving y Kevin Love, que hace un año lo dejaron solo por culpa de las lesiones.

La defensa sobre el 23 de Andre Iguodala, MVP de las finales de 2015, así como el acierto en el perímetro de los Splash Brothers, Curry y Thompson, serán los aspectos más determinantes de una eliminatoria que los Warriors encaran con ventaja de campo en el Oracle Arena.

Si les hubiesen tocado los Thunder la ventaja de campo sería para los Cavaliers, si bien su jugador de referencia, LeBron, aseguró que no era un aspecto al que diera importancia.

"Como adelantó nuestro entrenador, Tyronn Lue, lo que hicimos fue esperar para conocer al ganador en el Oeste, dado que nosotros ya habíamos logrado el objetivo de estar en las finales. Si vamos a repetirlas contra los Warriors, entonces nos quitamos el sombrero", aseveró el jugador.