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Oficio en un partido del norte

  • Los teóricos suplentes aplicaron la practicidad para dar un paso importante en la eliminatoria · La falta de precisión en el pase impide aprovechar algún contragolpe

Sin efectuar un fútbol brillante, el Betis dio un paso adelante para pasar la eliminatoria, ante un rival que apeló al fútbol físico y directo para intentar contrarrestar la mayor calidad bética. El oficio y la practicidad fueron las armas para volver a Heliópolis con ventaja y ni el frío o el estado del césped fueron óbice para que el Betis pasara mayores apuros. Los teóricos suplentes cumplieron el guión exigido en el clásico partido del norte.

Defensa

Las pequeñas dimensiones del Stadium Gal, parecidas a las de Ipurua, y el mal estado del césped propiciaron que el fútbol directo fuera la forma elegida por el Real Unión para elaborar sus ataques, lo que obligó a la defensa bética a emplearse a fondo en el juego aéreo, donde empezó con dudas, pero acabaría imponiéndose. Alguna desaplicación de Ilic fue solventada por las coberturas.

El Betis, esta vez sí, juntó las líneas, lo que permitió controlar las segundas jugadas, aunque la línea de presión no se marcara tan atrevida como en otras ocasiones. El hecho de marcar pronto y el excesivo abuso del balón en largo por ambos equipos provocaron que el eje defensivo diera un paso atrás para resguardar el botín obtenido.

Únicamente algún balón suelto en la frontal del área acabó en jugada de peligro, pero ahí apareció Ricardo para reivindicar sus cualidades de portero de balonmano, con reflejos y colocación. Tendrá continuidad el portugués, al que se le vio dudar en alguna acción por alto.

Ataque

No apareció el Betis del dominio del balón ni el de las numerosas llegadas a puerta, fruto tanto del mal estado del terreno de juego como del retraso de la línea de presión hasta campo propio. El equipo verdiblanco se limitó a controlar el esférico, pero lejos del área de Eduard, que sólo intervino para despejar un lanzamiento de Pavone desde la frontal.

Únicamente las carreras al espacio de Damià y Xisco provocaron peligro a la zaga local, pero se echó en falta que el Betis aprovechase mejor su superioridad en el marcador para sentenciar al contragolpe. El catalán volvió a exhibir su mejor versión sacando a relucir su potente zancada, como en la jugada de gol. Las escasas apariciones de Emana desconectaron el juego ofensivo bético.

Los balones en largo hacia Pavone fueron el otro recurso bético, pero la pelea en solitario del argentino apenas inquietó al Real Unión. Además, el delantero también se encontró con Undiano Mallenco, que le persiguió durante toda la noche e incluso le señaló en contra faltas realizadas sobre él.

Virtudes

La actitud de todos los que saltaron al campo. Esfuerzo, intensidad y concentración no faltaron en un encuentro que lo demandaba en grado sumo. La velocidad de Damià sería la mejor arma ofensiva verdiblanca.

Talón de aquiles

No aprovechar los espacios generados a la espalda de la zaga del Real Unión para dejar sentenciada la eliminatoria.

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