-Un verano intenso para Palop.

-A nivel personal sí es verdad que ha sido un verano más movidito que otros. Siempre hay equipos que preguntan y en este caso ha coincidido que era el Valencia y mi situación no era fácil. Yo estoy en un club importante que lucha por los mismos objetivos que el Valencia y era difícil que después de lo que me han dado aquí el club se desprendiera de mí y reforzara a un rival directo. Yo también quería saber qué pensaban en el Sevilla, si querían que siguiera... porque la oferta era importante. Al final decidí quedarme.

-Esa postura ya no es muy común en el fútbol. Acabamos de vivir el caso de Robinho, que ha presionado hasta forzar su salida. ¿Por eso hay que valorar más a Palop?

-Está claro que, como ahora Robinho, todos los jugadores que han presionado para marcharse se han acabado yendo. Ningún club quiere a un jugador descontento en su plantilla porque sabe que no va a aportar nada.

-Hoy día el que se propone marcharse se va.

-Creo que es así y así se ha demostrado con Robinho. Hoy mantener un futbolista vale mucho dinero. Sabes que inviertes en un jugador que no te va a dar nada y dejas de ganar un dinero por una venta, creo que son cosas negativas como para que los clubes al final decidan desprenderse de él. En mi caso es cierto que no iba a entrar en esa dinámica. Yo le tengo un respeto y un gran cariño al Sevilla. He perdido el contrato más grande que podía tener en mi carrera deportiva, pero he ganado en muchas cosas: el cariño de la gente, la confianza del club... Todo eso no lo cambio por el dinero.

-La Eurocopa, una experiencia fantástica, pero no completa...

-Todos son recuerdos impresionantes y muy bonitos. Me quedé con las ganas de debutar, pero sabía que lo tenía muy difícil. La palabra lo dice, ¿no? Ser portero suplente del suplente... Ya siendo el segundo es complicado jugar, imagínate el tercero. Pero yo sabía el papel que tenía, fui y me entregué al máximo, me salieron bien las cosas y me gané la admiración de mis compañeros. Veían que con 34 años no es fácil trabajar al nivel que lo hacía yo y por ahí me fui contento. Aparte se unió que había un grupo impresionante y encima llegamos a la final y la ganamos... No voy a olvidar nunca lo que pasé este verano.

-Quizá esperaba, y extrañó, que en los dos amistosos previos al torneo en los que el seleccionador comentó que iba a hacer debutar a los cinco nuevos que íban pudiera llegar el momento. Salieron todos menos Palop.

-Hubiera sido lo suyo e igual tienes un poco esa espinita clavada: has ido a una Eurocopa, has sido campeón, pero no tienes ni un minuto a tus espaldas. Es complicado de asimilar, pero es así. No pudo ser, pero no tengo ni una queja; al revés, el agradecimiento por haber pensado en mí pese a que hay porteros en España capacitados para ser internacionales como Víctor Valdés, Almunia, Diego López, Asenjo...

-¿Todavía está viva la llama de la esperanza o se ha apagado ya?

-No, yo creo que sí. Sé que es difícil, pero prácticamente todas las selecciones cuando tienen dos partidos y están unos diez días están llevando a tres porteros. España de momento está llevando a dos, pero...

-¿Ha hablado con Del Bosque?

-No. Sé que es complicado porque hay dos grandes porteros ahora, pero con trabajo y si el equipo está arriba en alguna convocatoria se puede acordar.

-Usted lo ha dicho: si el equipo está arriba... Una nueva temporada en el Sevilla y queriendo superar lo ya hecho.

-Siempre tienes nuevas ambiciones y objetivos. Estoy seguro que si no pasa nada extraño el equipo va a estar ahí peleando por los cuatro puestos por los que queremos pelear y que va a ser un año bonito. Bueno, esto es lo que yo creo y lo que está en mi pensamiento, pero luego ya se verá. Hay que pensar en positivo, pero sabemos que van a venir partidos como el de Santander en el que no nos dejaron circular bien el balón, que nos robaban en el centro del campo, que no llegábamos bien arriba... Pero tenemos que aprender que en esos partidos que no te salen buenos, si te pones por delante en el marcador, hay que saber madurarlos y terminarlos con el resultado a favor.

-El equipo también ha cambiado mucho. Hay gente importante que ya no está y desde la portería supongo que notará el cambio de estilo. ¿O no lo es tanto?

-Donde se nota más es en el sentido de que no está Daniel. Él es un jugador muy polivalente, que ayudaba en defensa y después aparecía por arriba y ahora eso ha cambiado un poco en el equipo.

-¿Quiere decir que ahora son un equipo más organizado?

-Sí, la verdad es que sí. Y yo, personalmente, prefiero un equipo así, como el que tengo ahora. Un portero necesita equilibrio en su sistema defensivo y no ver muchas lagunas. Nosotros sabíamos perfectamente el potencial que tenía Daniel, si no se hubiera ido estaríamos contentísimos con su trabajo, pero sabíamos que teníamos enormes problemas a la hora de defender porque teníamos que cubrir su espacio y a la vez el espacio del jugador que se mueve para taparlo. Ahora estos dos o tres futbolistas nada más que tienen que estar pendientes de su zona, de construir, de atacar, según su caso... El resultado es que el equipo está más asentado, más equilibrado, más junto y eso al final en el entramado defensivo se nota.

-De todas formas, la zona derecha no cierra igual de bien que la izquierda. También será porque hay dos jugadores nuevos, ¿no?

-Ha llegado Konko de una liga diferente y no es como Fernando (Navarro), que lleva varios años aquí y conoce a los adversarios... Por eso quizá con la derecha hay que ser más pacientes. Se va a solucionar con los partidos. Yo recuerdo a Carboni en el Valencia cuando llegó de Italia. En los tres primeros partidos acababa siempre expulsado. Después fue insustituible en el equipo.

-Todo cambia. También su competencia en la portería...

-Javi (Varas) llega con la ilusión de jugar. No es que no la tuviera Morgan (De Sanctis), pero él ya sabe lo que es jugar al máximo nivel y éste es un chico que no los ha jugado. Eso le hace estar a un nivel muy alto en los entrenamientos para poder estar ahí y aumenta la competitividad. No te puedas relajar. Por el nivel que ha ofrecido en los amistosos, tiene un gran futuro por delante y hay portero de sobra para el Sevilla en los próximos años.

-Glasgow, el gol en Ucrania... Ha vivido momentos increíbles.

-No pienso mucho en lo que he hecho, pero...

-De momento, ha empezado parando un penalti.

-Pero no sirvió para ganar. Nunca me digo: yo paré un penalti, pero luego... Lo que quiero es parar el penalti y ganar. Cuando te empatan faltando seis minutos dejas un poco de lado lo que has hecho y piensas en el gol. Analizas los errores más que las virtudes. Eso lo valoraré cuando me retire y tenga 40 ó 50 años. Seguir pensando en el Sporting y en ayudar al equipo cuando lo pase mal, sacando una mano o lo que sea.

-UEFA obliga. Ganarla o al menos llegar lejos...

-No es la primera vez que lo digo. Cuando uno empieza una competición no está obligado a ganarla. Lo que sí necesitamos es hacer un papel digno en ese torneo. Somos conscientes de que hemos sido dos veces campeones y ahora no podemos ir a hacer el ridículo. Que luego por lo que sea en un partido de cuartos, de semifinales... te eliminan, por lo menos que vean a un equipo competitivo. Ahora, ¿ganarla? Ojalá. Haríamos historia otra vez.

-Le ha sorprendido alguna incorporación en el último día del plazo. ¿Lo de Sergio García?

-El Betis se veía que tenía que reaccionar. Lleva tres o cuatro años sufriendo y tenía que llegar un momento en que se moviera. Va a dar un saltito de nivel, pero hay que esperar. Hay que recordar al Zaragoza. A Sergio lo conozco bien. Lo he visto un mes en la selección y he tenido tiempo de hablar con él. También el Sevilla estuvo interesado y de ello charlamos. Me hubiera alegrado que hubiera venido al Sevilla porque es un futbolista interesante. Es un jugador que ilusiona.

-¿Ve el derbi más igualado de los últimos años? Me dirá que hay partidos que jugar antes.

-Ya sé que aquí cuando queda una semana o dos se empieza a hablar. Está el Sporting por medio y pensamos antes en él, pero sabemos que está ahí a la vuelta de la esquina. Sí, creo que será más igualado por la gente que ha llegado. También cambian un poco las tornas en el sentido de que empezamos en su casa. Querrán quitarse la espina, pero nosotros iremos a hacer nuestro partido y a intentar marcar los tiempos.

-Si ya la afición le tenía en un altar, ahora que ha dejado de lado el contrato de su vida y en su tierra...

-Sólo quiero que la afición esté con el equipo. Eso debe pensarlo en serio y cuando lleguen momentos de dudas que esté al lado nuestro. Ahí sí que me gustaría que me escuchasen y que me leyesen. Cuando nosotros notamos esa incertidumbre en la grada es cuando se nos complican más las cosas.