Muchas dudas existen a día de hoy alrededor de la confección del filial cajista, que, como el primer equipo, entrena desde el pasado lunes a las órdenes de Rocky Jarana. Todavía puede llegar algún jugador y el club sigue trabajando en busca de una salida en la LEB Oro para el senegalés Diouf, objetivo prioritario para que siga formándose lejos de Sevilla.

Este asunto es el que podría tener precisamente la llave para la posible llegada de otra joven promesa europea, el letón Rolands Freimanis, del VEF Riga, que sigue en la preselección del combinado báltico para jugar el Europeo. Freimanis tiene 21 años -en enero cumple los 22-, mide 2,07 metros y ha sido internacional con Letonia en todas las categorías inferiores desde la sub 16. El martes, contra Gran Bretaña, jugó algo más de tres minutos aunque no sumo ni en positivo ni en negativo.

Sin embargo, en la plantilla no hay sitio, de momento. La normativa señala que se pueden tener dos jugadores extracomunitarios y otros dos europeos, de los cuales uno puede acogerse al Acuerdo de Cotonou para jugadores africanos y caribeños. Burger y Renan copan las dos primeras plazas; Satoranski, la de europeo, y Diouf, la última. Si no se le encuentra acomodo al pívot, las opciones de traer a Freimanis se esfuman. El problema es que ningún club quiere hacerse cargo de la ficha del senegalés, cuestión que ha echado para atrás, entre otros, al Tarragona.

Además, Sastre y Satoransky entrenarán bajo las órdenes de Joan Plaza, cuya idea es contar siempre con uno o dos, dependiendo de las necesidades, para los partidos. Cuando no sea así, jugarán con el Qalat. En esta misma tesitura se encuentra Aguilar, quien, sin embargo, parte por detrás del checo como recambio en la posición de base. El que sí jugará en el filial es el pívot Óscar Raya, que ha llegado procedente del Barcelona.