La paciencia será el arma principal que tendrá que usar el Sevilla en el largo verano que ya se atisba. Los dirigentes del club nervionense han diseñado unas líneas de actuación en materia de refuerzos que, desde luego, no cuenta con la precipitación ni la dilapidación de dinero como una de sus premisas. Valga como ejemplo el viaje relámpago de Monchi a Palma de Mallorca, de donde se vino con las manos vacías debido a que el club propietario de Fernando Navarro exige una elevada cantidad, estratosférica de momento, a la que no está dispuesto a llegar el Sevilla.

Las diferencias actuales son de varios millones de euros, por lo que la negociación por Fernando Navarro, el primero de la lista para el puesto de lateral izquierdo, será muy lenta. El Mallorca quiere sacar rentabilidad al jugador catalán, que está presionando para recalar en el Sevilla, deseo que ya ha expresado en varias ocasiones de forma notable y lo ha tasado en unos ocho millones de euros, mientras que la primera ofensiva del club que dirige José María del Nido no se acercaría ni a la mitad.

De hecho, en un primer contacto habido días atrás, los dirigentes sevillistas hicieron llegar una oferta que rondaba los tres millones de euros, algo que enfadó a Vicenç Grande, presidente del Mallorca, que llegó a decir que si Daniel Alves tenía un precio de 36 millones de euros, su futbolista internacional al menos costaría un tercio, es decir, doce millones. Fue un brindis al sol del dirigente bermellón, aunque a la hora de la verdad los ocho millones pedidos se antojan estratosféricos para el Sevilla, que ayer no llegó ni a la mitad de la cantidad solicitada por el jugador catalán.

Desde primera hora de la tarde trascendió que Monchi -sin José María Cruz, que se encontraba en el Instituto Internacional San Telmo junto a Del Nido- se hallaba en Palma de Mallorca y el objetivo estaba claro, el lateral izquierdo barcelonés que está estrenando internacionalidad absoluta con motivo de la Eurocopa. Este hecho y la cláusula firmada en su día con el Barcelona por la que al club azulgrana pertenecería un 30% de un posible traspaso, han endurecido al Mallorca, de cuya rigidez en la negociación habló su director deportivo: "Si lo quieren, se tienen que esforzar más de lo que lo han hecho hasta ahora", aseguró Pedro Pons a la Cadena Cope después de la reunión mantenida con su homólogo en el Sevilla, Monchi.

El máximo mandatario mallorquín, Vicenç Grande, delegó la negociación en Pons, aunque sí quiso aclarar sus palabras sobre que Fernando Navarro costaba un tercio del precio de Daniel: "Yo no dije lo que se pedía. Lo que comenté es que si un señor valía una cosa éste, al menos, valía más o menos esto, pero no hice ningún comentario. No quiero entrar en polémicas ni en nada sino que tan sólo me hicieron una pregunta, antes de yo saber que había hecho declaraciones el señor Del Nido, y contesté diciendo lo que pensaba, pero es una reflexión mía en la que no profundizaré. Soy un presidente que no quiere polémica".

Esta primera tentativa por el lateral zurdo fue nula, pero eso no quiere decir que el Sevilla no vuelva al ataque más adelante. Entretanto, el jugador está poniendo de su parte, presionando todo lo que puede y asegurando que su deseo es llegar a un equipo grande, tal y como lo calificó él mismo. Fernando Navarro también está esgrimiendo la promesa que le hizo Grande cuando acometió su renovación, según la cual el Mallorca atendería ofertas interesantes por él. En principio, el Sevilla estaría pensando ofrecerle un contrato por cuatro temporadas, extremo negado por su representante, José María Orobitg: "Los que se tienen que poner de acuerdo son los clubes y, luego, hablaremos nosotros".