Toca de nuevo salir fuera de casa y las voces de dentro reconocen que hace falta un cambio. Más bien lo exigen, porque el devenir del Sevilla lejos del Sánchez-Pizjuán está empezando a ser indigno para un equipo de su potencial. Christian Poulsen gana a cada día que pasa y conforme se van marchando otros jugadores más peso específico dentro del vestuario y ayer se erigió en portavoz del mismo para reconocer que el camino andado a domicilio no ha sido hasta ahora el correcto. Que urge un giro radical. El danés, que también confesó que no está individualmente en su mejor nivel, espera que Getafe signifique el cambio, amén de asegurar que la eliminación en la Copa del Rey a manos del Barcelona es ya agua pasada.

"Fuera de casa estamos teniendo problemas, pero tenemos que arreglarlo ya. A veces nos falta tener un poco la cabeza fría cuando jugamos fuera, pero hay que pensar en el futuro y no mirar hacia atrás", indicó el medio defensivo y sostén táctico del equipo de Manolo Jiménez. Poulsen no se olvidó tampoco de recordar que las expulsiones han mermado mucho al equipo en sus salidas, aunque más allá de las decisiones tomadas por los árbitros en este aspecto, también es una situación que los sevillistas deben mejorar. "También hemos tenido muchas tarjetas rojas y eso es algo que tenemos que ver", indicó.

El ex jugador del Schalke 04 tiene esperanzas de conseguir un buen resultado mañana ante el Getafe, pero advierte que el rival será duro. "Es un partido muy, muy difícil porque el Getafe es un buen equipo. Jugamos fuera de casa y ante un rival que necesita los tres puntos y que en su campo juega muy bien. Nuestra idea es dar continuidad al buen juego que hicimos frente al Barcelona. En ese partido no pudimos pasar del 0-0 pero el juego del equipo fue bueno", puntualizó el danés, quien se encontrará a un compatriota en el banquillo del contrario. A este respecto, Poulsen no dudó en ensalzar la figura de Michael Laudrup, a quien no tuvo reparos en reconocer como ídolo de su infancia. "De niño era mi ídolo. Laudrup ha sido el más grande en Dinamarca y para mí es un orgullo, pero cuando el partido empiece ya no pensaré en quién está en el banquillo del Getafe".

En este punto, el medio centro nórdico pasó a describir sus sensaciones personales. Poulsen reconoció que en algunos partidos no ha estado fino y espera mejorar al margen de que a veces no tenga descanso. "Siempre es posible jugar mejor y a veces no tengo el nivel del año pasado. Pero ahora tengo buen tono y quiero seguir. Para mí no es un problema jugar cada tres o cuatro días. Físicamente estoy bien y todos los futbolistas queremos jugar".

Igualmente, una vez más Poulsen reiteró que se siente muy a gusto en Sevilla -no hay una comparecencia suya ante los medios que no tenga que repetirlo- y que tampoco tiene prisas por ampliar su contrato como se ha especulado tras conocerse el interés de muchos clubes europeos. "Tengo contrato hasta el verano de 2009 y no es un tema ahora que me preocupe. Hay un año y medio por delante y estoy contento. Tampoco necesito un contrato largo y lo que tenga que venir en el futuro ya se verá. Es normal que a todos los jugadores del Sevilla lo quieran en otros sitios porque tenemos un buen equipo y buenos futbolistas. Lo que pasa es que yo no pienso en otros equipos, pues para mí el más importante es el Sevilla".