La Federación Española de Fútbol (RFEF) reforzó el pulso que mantiene con el Gobierno del país y que amenaza la presencia de la selección en la próxima Eurocopa. La asamblea general de la RFEF insistió en mantener su intención de convocar elecciones en el último trimestre del año, incumpliendo así la orden ministerial que le obliga a convocarlas antes del 31 de marzo, al igual que todas las federaciones nacionales que no se clasificaron para los Juegos de Pekín.

Ángel María Villar, presidente de la RFEF, obtuvo el respaldo masivo de los asambleístas, que aprobaron el calendario electoral, según el modelo FIFA, con 115 votos a favor, 23 en contra y una abstención. Además, se aprobó una modificación en los estatutos para seguir el requerimiento de FIFA y suprimir la referencia a la inclusión de la Federación en el ordenamiento jurídico español.

Los nuevos estatutos excluirán la alusión a la supeditación a las leyes gubernamentales, tal como desea FIFA, que respalda a la RFEF y desea evitar cualquier "injerencia" gubernamental. Villar obtuvo un masivo respaldo a sus propuestas, reforzando su pulso al Gobierno, por más que en juego esté la suspensión de España de la Eurocopa, según la reciente amenaza de FIFA, que quiere presionar al Gobierno para que no interfiera en el funcionamiento federativo.

La alocución de bienvenida de Villar fue toda una declaración de intenciones. "Se me ha solicitado por un sector muy amplio del fútbol español que me presente a la reelección y lo voy a hacer", afirmó. Tras una sesión monótona, llegaron los puntos importantes del día. Primero, la asamblea aprobó la modificación en sus estatutos para suprimir la referencia a su inclusión en el ordenamiento jurídico español. Este fue el anticipo de lo que vendría después: el desafío abierto e indisimulado de la RFEF contra el Gobierno del país y las leyes que lo rigen.

"Es un año electoral y vamos a cumplir con ello, nunca hemos tenido la duda, pero la Federación, su presidente y su directiva quieren cumplir con las leyes vigentes, pero no con el desarrollo de esas leyes. Por eso, hemos impugnado la orden ministerial", afirmó Villar. El origen de la discordia llegó en diciembre. El Consejo Superior de Deportes (CSD) obligó a convocar elecciones en el primer trimestre a todas las federaciones que no clasificaron a sus equipos para los próximos Juegos Olímpicos, como sucedió con el fútbol. Pero Villar se opuso, impugnó la orden ministerial y ayer dio el paso definitivo: las elecciones serán en noviembre cuando acabe su mandato, según aprobó masivamente la asamblea.

Hubo alguna voz que cargó contra Villar al poner en peligro la participación de España en la próxima Eurocopa, una amenaza formulada por la FIFA en el caso de que el Gobierno imponga sus criterios legislativos. Villar se creció entonces: "Quienes votan en contra de esto ponen en peligro la estabilidad del fútbol español".

El final de la reunión, de casi tres horas de duración, concluyó con la frase del día. "Me deberían reelegir 250 años por el poder que tengo en el fútbol internacional", proclamó Villar, vanagloriándose de su influencia y de amistades como Joseph Blatter, presidente de la FIFA. Ahora corresponde al CSD mover ficha ante este pulso.