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"Quieren comerse al Barcelona"

Sólo a los más duchos en cuestiones cajistas les sonará su nombre. Se llama Francisco Manuel Ramos García, aunque todos los conocen por Curro, y realiza labores de intendencia en la primera plantilla. No es un utillero sin más, sino que su trabajo trasciende a otros ámbitos. Técnicamente, es un auxiliar que con 23 años recién cumplidos está teniendo la oportunidad de vivir las experiencias dentro del Cajasol, pues viaja a todos los desplazamientos desde la llegada de Joan Plaza. Ayuda al delegado en cualquier cuestión, lleva a jugadores a reconocimientos médicos y echa un cable cuando haga falta.

Sobrino de Salvador Domínguez, antaño responsable de prensa y posteriormente delegado, Curro ocupa una posición con escaso protagonismo, pero tiene trato directo con los protagonistas, con la salvedad de que no existe la unidireccionalidad que suele acompañar a la relación entre, por ejemplo, el entrenador y la plantilla.

Acompañó al equipo en la ediciones de 2004 y 2007, y esta temporada ve a los jugadores con una mentalización especial: "Veo a todos, sin excepción, con muchas ganas. Hablando con Savanovic y Rey me decían que están deseando que llegue el partido y comernos al Barcelona. No veo nervios, sino ganas de luchar; luego se ganará o se perderá, pero no se van a rendir. Lo darán todo, eso se ve en las caras. Se lo creen y están con unas ganas tremendas, pero todos, desde el primero, desde las estrellas como Savanovic y Kirksay, hasta los jóvenes. Quizás Satoransky y Sastre, porque son los chavales, estén un poco impresionados".

El ambiente es distendido, sin ningún estrés. El equipo está relajado: "Dusko siempre hace bromitas y llega cantando por Pitingo; hace un rato ha venido bailando para vendarse, es un crack y eso se contagia. También Miso y Calloway es gente graciosa. El cuerpo técnico está con muchas ansias, deseando que llegue la hora y que salga un partido perfecto, algo necesario ante el Barcelona".

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