La resurrección del Betis lleva el sello de un nombre propio, Paco Chaparro. Los números del trianero reflejan la recuperación experimentada por el Betis desde que se hizo cargo del equipo, con 27 puntos en 16 jornadas, lo que sitúa la permanencia al alcance de la mano. Pero la importancia del trianero incluso va más allá de los resultados y su trabajo ha servido para recuperar las mejores versiones de la mayor parte de jugadores. Y entre todos ellos destaca Edu, que vuelve a exhibir su mejor faceta goleadora.

La primera decisión de Chaparro fue escorar al brasileño hacia la banda derecha, pero sin que perdiera su presencia en el área. El brasileño ha respondido a la perfección al nuevo rol exigido, convirtiéndose en el líder espiritual del equipo. Como botón de muestra, su reacción en el descanso del partido, donde el brasileño fue uno de los que alzó la voz para exigir un cambio radical tanto de imagen como de actitud. El propio Chaparro le pidió tranquilidad y que su enfado se convirtiera en otro elemento motivador sobre el terreno de juego.

El vínculo creado entre el técnico y el brasileño pasa a ser una de las armas decisivas del Betis para lograr la permanencia y sólo hay que repasar la estadística. Ocho goles ha anotado Edu en la segunda vuelta del campeonato, diez desde la llegada de Chaparro al banquillo, y su registro sólo es superado por Luis Fabiano. Además, los goles del brasileño en la segunda vuelta han significado nueve puntos para el equipo verdiblanco, decisivos para la escalada experimentada.

Por si fuera poco, Edu ya iguala su mejor marca en Primera, cuando en la temporada 2002-03 consiguió 12 en el Celta y supera su registro de la primera en el Betis, la del título de Copa y la clasificación para la Champions, cuando anotó once. Ocho partidos tiene por delante el brasileño para aumentar sus cifras goleadoras.

Una de las tareas que Chaparro se impuso cuando se hizo cargo del Betis fue la de recuperar a los futbolistas que estaban ofreciendo un nivel menor al esperado. Y el resultado ha sido más que positivo, salvo con José Mari, lo que también repercute en la revalorización de algunos de ellos. Mark González, Juanito, Arzu, Rivera o Pavone han mostrado su mejor cara de los últimos tiempos con la llegada del trianero.

Curiosamente, el futuro del técnico continúa en el aire, al igual que ocurre con la renovación de Edu, que también deberá esperar a que se certifique la permanencia para dialogar con Lopera. Situaciones parecidas para los dos elementos más decisivos en la escalada verdiblanca.

La recuperación del Betis ha venido marcada por las decisiones de Chaparro, que ha conseguido obtener el máximo rendimiento posible al equipo. Si a eso se le une que el técnico ha conseguido explotar las cualidades de sus mejores jugadores, pues su retribución al equipo es doble. Y el mejor ejemplo es Edu, cuyo vínculo con el entrenador ha permitido el despegue de los verdiblancos. Trabajo psicológico de Chaparro y rendimiento superlativo del brasileño, dos exponentes de la recuperación del Betis.