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Renato comienza a recordarse

  • Volvió a marcar en el Bernabéu, como en el 3-5 de la Supercopa, y estuvo en dos de los otros tres goles de su equipo · El paso atrás de la defensa le privó de participar más tras el descanso, pero fue decisivo

Desde muchas tribunas y distintos foros casi se exigía el concurso de Renato en los últimos partidos. Pero quien lleva la nave sevillista, Manolo Jiménez, sabe mejor que nadie que el brasileño, cuya calidad asombra a sus propios compañeros, tiene que estar muy fino para que pueda poner su precisión y su llegada al servicio del equipo. Renato ha tenido un par de dolencias en el inicio de la temporada que le han impedido estar al ciento por ciento: una lesión lumbar y un extraño problema en el ojo. Pero ya empieza a recordarse. Ayer volvió a marcar en el Santiago Bernabéu, el tanto decisivo. Y, además, participó en el 1-2 y el 1-3. Sin ser muy participativo, fue determinante.

Su concurso posibilitó el control del juego sevillista en la primera mitad. Facilitó la salida del Sevilla en los rápidos contragolpes que permite el feble centro del campo del Real Madrid. Y además hizo mucha tarea en la sombra. En el sistema de 4-1-4-1, se ubicaba por delante de Duscher y junto a Romaric para presionar e intentar robar. Cuando su equipo tenía el balón, se descolgaba hacia delante, intentando formar dúo con Kanoute. Aun así, no tuvo mucho contacto con el balón, pero también sin esto fue determinante su enorme calidad.

La primera ocasión en la que demostró su talento fue al sacar la falta que remató Romaric, en el 1-2. Fue casi un córner, tras una falta a Jesús Navas, y colgó el esférico tenso y a la olla, donde se impuso el buen salto del marfileño para cruzar con un preciso cabezazo a la red. Y también fue decisiva su calidad en el 1-3. Se acomodó con el pecho el buen centro de Fernando Navarro y disparó con muchísima intención. Kanoute hizo el resto al marcar con total tranquilidad tras recoger el balón rebotado en el cuerpo de Sergio Ramos.

Renato comienza a recordarse como ese jugador que se estira en el campo para ofrecerse hasta a los centrales en determinadas fases y ser el mejor colaborador de Kanoute cuando mira a la portería contraria. En este Sevilla de la hora, además, ayuda muchísimo en las coberturas. Era el primero en dar el paso atrás si Duscher salía a realizar robos adelantados. Así llegó el 2-3 de Higuaín, un soberbio gol que se pergeñó en un pase de Gago que salió tarde a tapar Duscher. Y como la distancia entre los medios y la defensa era muy grande, Renato no llegó a alcanzar al goleador en la carrera. Ese paso atrás de la defensa ante el zafarrancho madridista lo privó de tener más contacto con el balón en la segunda mitad.

Pero tenía reservada en su chistera un remate de cabeza perfecto, de esos que ya ha ejecutado en este mismo escenario, donde marcó dos de los tres goles en la recordada Supercopa de España (3-5). Kanoute fue su perfecto asistente. Y es que contar con Renato permite intercambiar numerosos roles. ¿Es mediapunta, es medio centro, es delantero? Ayer ejerció las tres funciones. Y su equipo se lo agradeció.

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