El Sevilla planificó una revolución en su plantilla que se hizo realidad en una pretemporada con tantos movimientos de entradas y salidas que prácticamente convirtió al conjunto de Unai Emery en un grupo nuevo. Se marcharon jugadores que no habían dejado el rendimiento oportuno y dijeron adiós otros que podían llenar las arcas del club. Mientras tanto, Monchi, director general deportivo, construyó a su antojo una plantilla renovada llena de piezas de talento y elementos que, a priori, pueden compensar con creces a los que encontraron una salida.

Ningún proyecto puede tratarse con una fiabilidad certera. No en vano, el Sevilla se encuentra con dos puntos en la clasificación de la Liga tras tres jornadas y no era precisamente el sueño de los directivos a inicios del curso. Pero los elementos van variando impresiones y la plantilla se confeccionó para alcanzar cotas parecidas o superiores a las que trataba de llegar el anterior proyecto. Otros nombres, nuevas ilusiones y, sobre todo, una nueva situación económica propiciada por las grandes operaciones de este verano para renovar la plantilla.

En términos económicos, y sin hacer demasiado hincapié en las múltiples cláusulas a las que opta a tener beneficios por rendimiento, el Sevilla ingresó 90.400.000 de euros por la venta de ocho futbolistas. Se trata de una cifra muy alta, más aún considerando que reforzó su equipo con la compra de nueve futbolistas (sin contar los cedidos) por una cifra de 32.950.000 euros. Todo un beneficio de 57.450.000 euros que ha supuesto una revolución en su plantilla y un gran incentivo a nivel económico.

El club sevillista realizó gran parte de sus operaciones a inicios de pretemporada, buscando salida a algunas de sus piezas que no tenían sitio en los planes de Unai Emery. Son los casos de Luna, Luis Alberto o Campaña, tres canteranos que dejaron en las arcas del club doce millones de euros, una cifra con la que, por ejemplo, pudo permitirse comprar a Beto, Jairo, Rusescu, Vitolo y Cristóforo. Fue como un juego de cambio de cromos. Sí, nadie duda de la calidad de los jugadores que abandonaron la nave, pero hasta el momento no habían encontrado acomodo en el proyecto del técnico del Sevilla, que se encuentra ahora con un plantel de lleno de cartas que sí debería a empezar a utilizar bajo su antojo.

Sólo por algunos desajustes en fichajes de última hora, el Sevilla casi logra quedarse como beneficio final la cantidad sumada por la venta de sus tres mejores traspasos. Sin duda, las salidas de Jesús Navas, Negredo y Kondogbia, que llegan a dejar en el club unos 65 millones de euros, sin contar los incentivos que los dos primeros puedan generar, fueron las más incisivas del mercado y provocaron movimientos en numerosos clubes de las mejores ligas europeas. Sin embargo, ese dinero ni siquiera fue apenas necesario para lograr compensar esas ventas con fichajes que hasta el momento prometen incluso mejorar el rendimiento de la pasada temporada.

Por otra parte, el Sevilla logró acomodar a jugadores con los que no contaba tras una temporada sin el rendimiento esperado, pero que quizás podría utilizar en el futuro o bien generar ingresos a través de nuevos traspasos. En este sentido, la opción de las cesiones tomó forma con futbolistas que se fueron y que llegaron. Algunos llenan de ilusión el presente proyecto y otros tratarán de demostrar fuera que son piezas viables para los nervionenses. Guarente, Babá, Javi Hervás, Botía, Stevanovic y Manu del Moral salen durante un año para medir sus posibilidades en otros clubes, lo que podría compensar al Sevilla, que además se ahorra una buena cantidad en salarios.

En el lado opuesto están los jugadores que llegaron en forma de cesión. Marko Marin es el caso más destacado, ya que se convierte en el gran baluarte del ataque nervionense tras no conseguir triunfar en el Chelsea. Una carta segura que el club sevillista sólo podrá disfrutar durante esta temporada. Con él, otros cuatro cedidos: Pareja, Carriço, M'Bia y Cheryshev, bazas que sin duda tendrá que explotar en tierras nervionenses para relanzar sus carreras, lo que propicia que tengan numerosas opciones de encontrar su mejor versión esta temporada.

El propio José María del Nido destacó hace pocos días la buena actuación del club en términos de construcción de plantilla: "Yo daría un ocho a la planificación deportiva. Hemos hecho caja, hemos saneado de nuevo la entidad y hemos invertido para reforzar bien al equipo".

Esa cifra de beneficios de 57.450.000 de euros contrasta con el balance de la temporada anterior, un negativo de 1,8. Pero, como siempre, será la clasificación la que dicte sentencia.